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La ketamina, un anestésico popular entre los médicos en el campo de batalla y también entre los veterinarios porque permite cierto grado de conciencia sin dolor, es una nueva esperanza para el tratamiento de la depresión – pero las imágenes minuto a minuto producidas por el profesor Bill Deakin y su equipo muestran cómo el fármaco lo consigue de una manera inesperada.

El fármaco desactiva el córtex orbitofrontal -situado encima de los ojos, en el centro-, que se cree que da lugar a pensamientos muy emocionales, como la culpa y el sentimiento de inutilidad, y provoca reacciones en partes viscerales del cuerpo, como la agitación del estómago y la aceleración del corazón.

El profesor Deakin, de la Facultad de Ciencias Médicas y Humanas, dijo: «Nos sorprendió ver que funcionaba en esa parte del cerebro. Esperábamos que funcionara en las partes que controlan la psicosis, en los lados del cerebro. Hubo cierta actividad allí, pero lo más llamativo fue la desconexión del centro de la depresión».

El estudio, publicado en la revista Archives of General Psychiatry, pretendía identificar los lugares de acción de la ketamina, pero también la liberación de glutamato resultó ser importante en los efectos de la ketamina, lo que podría apuntar a nuevos tratamientos rápidos para sacar a las personas de la depresión grave o de larga duración.

El equipo de la Unidad de Neurociencia y Psiquiatría (NPU) y de Ciencias de la Imagen e Ingeniería Biomédica (ISBE) de la Universidad administró ketamina por vía intravenosa a 33 voluntarios sanos y diestros en el Centro de Investigación Clínica Wellcome Trust (WTCRF). Los escáneres mostraron que la actividad en el córtex orbitofrontal se detuvo inmediatamente.

En estudios realizados en Estados Unidos, las personas deprimidas descubrieron que sus síntomas comienzan a mejorar 24 horas después de tomar ketamina y continuaron mejorando durante dos días después. El profesor Deakin cuenta ahora con financiación para desarrollar este enfoque de tratamiento en pacientes psiquiátricos en el nuevo Centro de Investigación Biomédica de 30 millones de libras concedido al Central Manchester and Manchester Children’s Hospital NHS Trust el mes pasado. Espera desarrollar un tratamiento en los próximos cinco años.

Dijo: «Los resultados del estudio nos han proporcionado una forma completamente novedosa de tratar la depresión y una nueva vía para entenderla».

La profesora Helen Mayberg, de la Universidad de Emory (Estados Unidos), pionera en la estimulación cerebral profunda para frenar la hiperactividad de la corteza orbitofrontal, en la que se utilizan electrodos durante la cirugía cerebral, coincidió: «Se trata de un hallazgo estupendo….de extremo interés para nuestros estudios de estimulación cerebral profunda en curso».

El artículo ‘Glutamate and the Neural Basis of the Subjective Effects of Ketamine’ en la revista Archives of General Psychiatry Vol 65 (no 2) February 2008.

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