¿Dices que sí tan a menudo que ya no sientes que tus propias necesidades están siendo satisfechas? Te preguntas cómo decir que no a la gente?
Durante años, fui un complaciente de la gente en serie. Conocida como alguien que daba un paso adelante, me hacía el tiempo con gusto, especialmente cuando se trataba de ser voluntaria para ciertas causas. Llevé con orgullo este papel durante toda la escuela primaria, la universidad e incluso la facultad de derecho. Durante años, pensé que decir «no» significaba que decepcionaría a un buen amigo o a alguien a quien respetaba.
Pero en algún momento del camino, me di cuenta de que no estaba viviendo del todo mi vida. En su lugar, parece que creé una agenda que era una extraña combinación de cumplir con las expectativas de los demás, lo que yo pensaba que debía hacer, y algo de lo que realmente quería hacer. ¿El resultado? Tenía una agenda repleta que me dejaba abrumada e insatisfecha.
Me llevó mucho tiempo, pero aprendí el arte de decir no. Saying no meant I no longer catered fully to everyone else’s needs and could make more room for what I really wanted to do. Instead of cramming too much in, I chose to pursue what really mattered. When that happened, I became a lot happier.
And guess what? I hardly disappointed anyone.
- The Importance of Saying No
- Cómo nos presionan para decir sí
- ¿Cómo decir que no sin sentirse culpable?
- 3 Reglas del pulgar para decir no
- 1. Tienes que salir de tu zona de confort
- 2. Eres el controlador aéreo de tu tiempo
- 3. Decir no significa decir sí a algo que importa
- 6 maneras de empezar a decir no
- 1. Comprueba tu medidor de obligaciones
- 2. Resiste el miedo a perderte algo (FOMO)
- 3. Comprueba tus suposiciones sobre lo que significa decir no
- 4. Cuando llegue la petición, siéntate en ella
- 5. Comunica tu «no» con transparencia y amabilidad
- 6. Considere cómo utilizar un «no» modificado
- Pensamientos finales
- More Tips on How to Say No
The Importance of Saying No
When you learn the art of saying no, you begin to look at the world differently. Rather than seeing all of the things you could or should be doing (and aren’t doing), you start to look at how to say yes to what’s important.
In other words, you aren’t just reacting to what life throws at you. You seek the opportunities that move you to where you want to be.
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Successful people aren’t afraid to say no. Oprah Winfrey, considered one of the most successful women in the world, confessed that it was much later in life when she learned how to say no. Incluso después de haberse hecho internacionalmente famosa, sentía que tenía que decir que sí a prácticamente todo.
Ser capaz de decir no también te ayuda a gestionar mejor tu tiempo.
Warren Buffett considera que el «no» es esencial para su éxito. Dijo:
«La diferencia entre la gente de éxito y la gente realmente exitosa es que la gente realmente exitosa dice no a casi todo.»
Cuando convertí el «no» en parte de mi caja de herramientas, impulsé más mi propio éxito, centrándome en menos cosas y haciéndolas bien.
Cómo nos presionan para decir sí
No es de extrañar que a muchos de nosotros nos cueste decir no.
Desde una edad temprana, estamos condicionados a decir sí. Hemos dicho que sí probablemente cientos de veces para poder graduarnos en el instituto y luego entrar en la universidad. Dijimos sí para encontrar trabajo, para conseguir un ascenso, para encontrar el amor y luego sí de nuevo para mantener una relación. Dijimos que sí para encontrar y mantener amigos.
Damos el sí porque nos sentimos bien cuando ayudamos a alguien, porque puede parecer lo correcto, porque creemos que es la clave del éxito y porque la petición puede venir de alguien a quien es difícil resistirse.
Y eso no es todo. La presión para decir que sí no sólo viene de los demás. Nos presionamos mucho a nosotros mismos.
En el trabajo, decimos que sí porque nos comparamos con otros que parecen hacer más que nosotros. Fuera del trabajo, decimos que sí porque nos sentimos mal por no estar haciendo lo suficiente para pasar tiempo con la familia o los amigos.
El mensaje, independientemente de a dónde acudamos, es casi siempre: «Realmente podrías estar haciendo más». ¿El resultado? Cuando la gente nos pide nuestro tiempo, estamos muy condicionados a decir que sí.
¿Cómo decir que no sin sentirse culpable?
Decidir añadir la palabra «no» a tu caja de herramientas no es poca cosa. Tal vez ya digas que no, pero no tanto como te gustaría. Tal vez tengas el instinto de que si aprendieras el arte del no, podrías por fin crear más tiempo para las cosas que te importan.
Pero seamos sinceros, usar la palabra «no» no resulta fácil para muchas personas.
3 Reglas del pulgar para decir no
1. Tienes que salir de tu zona de confort
Admitámoslo. Es difícil decir que no. Establecer límites en torno a tu tiempo, especialmente si no lo has hecho mucho en el pasado, se sentirá incómodo. Tu zona de confort es el «sí», así que es hora de desafiarla y salir de ella.
Si necesitas ayuda para salir de tu zona de confort, echa un vistazo a este artículo.
2. Eres el controlador aéreo de tu tiempo
Cuando quieras aprender a decir no, recuerda que eres el único que entiende las demandas de tu tiempo. Piénsalo: ¿quién más conoce todas las demandas de tu vida? Nadie.
Sólo tú estás en el centro de todas esas peticiones. Eres el único que entiende de qué tiempo dispones realmente.
3. Decir no significa decir sí a algo que importa
Cuando decidimos no hacer algo, significa que podemos decir sí a otra cosa que puede importarnos más. Tienes una oportunidad única para decidir cómo gastar tu precioso tiempo.
6 maneras de empezar a decir no
Incorporar esa pequeña palabra «no» a tu vida puede ser transformador. Rechazar algunas cosas significará que puedes abrir las puertas a lo que realmente importa. Aquí tienes algunos consejos esenciales para aprender el arte del no:
1. Comprueba tu medidor de obligaciones
Uno de los mayores retos para decir no es el sentimiento de obligación. ¿Sientes que tienes la responsabilidad de decir sí y te preocupa que decir no se refleje mal en ti?
Pregúntate si realmente tienes el deber de decir sí. Comprueba tus suposiciones o creencias sobre si tienes la responsabilidad de decir que sí. Dale la vuelta y en su lugar pregúntate qué deber te debes a ti mismo.
2. Resiste el miedo a perderte algo (FOMO)
¿Tienes miedo a perderte algo (FOMO)? El FOMO puede perseguirnos de muchas maneras. En el trabajo, ofrecemos nuestro tiempo porque tememos no avanzar. En nuestra vida personal, aceptamos unirnos a la multitud debido al FOMO, incluso cuando nosotros mismos no estamos disfrutando de la diversión.
Comprueba contigo mismo. ¿Estás diciendo que sí por el FOMO o porque realmente quieres decir que sí? La mayoría de las veces, correr detrás del miedo no nos hace sentir mejor.
3. Comprueba tus suposiciones sobre lo que significa decir no
¿Temes la reacción que tendrás si dices que no? A menudo, decimos que sí porque nos preocupa cómo responderán los demás o por las consecuencias. Podemos tener miedo de decepcionar a los demás o pensar que perderemos su respeto. A menudo olvidamos lo mucho que nos estamos decepcionando a nosotros mismos por el camino.
Tenga en cuenta que decir que no puede ser exactamente lo que se necesita para enviar el mensaje correcto de que tiene un tiempo limitado. En los siguientes consejos, verás cómo comunicar tu no de una manera suave y cariñosa.
Puede que decepciones a alguien inicialmente, pero trazar un límite puede aportarte la libertad que necesitas para poder dar libremente de ti mismo cuando realmente lo desees. Y a menudo ayudará a que los demás te respeten más y tus límites, no menos.
4. Cuando llegue la petición, siéntate en ella
A veces, cuando estamos en el momento, accedemos instintivamente. La petición puede tener sentido al principio. O normalmente hemos dicho que sí a esta petición en el pasado.
Date un poco de tiempo para reflexionar sobre si realmente tienes el tiempo o puedes hacer la tarea correctamente. Puede que decidas que la mejor opción es decir que no. No hay nada malo en darse el tiempo para decidir.
5. Comunica tu «no» con transparencia y amabilidad
Cuando estés preparado para decirle a alguien que no, comunica tu decisión con claridad. El mensaje puede ser abierto y honesto para asegurar al receptor que tus razones tienen que ver con tu tiempo limitado.
Resiste la tentación de no responder o comunicarlo todo. Pero no te sientas obligado a dar una larga explicación sobre por qué dices que no.
Una comunicación clara con una breve explicación es todo lo que se necesita. Me ha resultado útil decirle a la gente que tengo muchas exigencias y que necesito tener cuidado con la distribución de mi tiempo. A veces les digo que aprecio mucho que hayan acudido a mí y que vuelvan a comprobarlo si surge la oportunidad en otra ocasión.
6. Considere cómo utilizar un «no» modificado
Si está presionado para decir que sí pero quiere decir que no, puede considerar la posibilidad de rebajar un «sí» a un «sí pero…», ya que esto le dará la oportunidad de condicionar su acuerdo a lo que más le convenga.
A veces, la condición puede ser hacer la tarea, pero no en el plazo que se solicitó originalmente. O quizás puedas hacer parte de lo que se te ha pedido.
Pensamientos finales
A partir de ahora mismo, puedes cambiar la forma de responder a las peticiones de tu tiempo. Cuando llegue la petición, sácate del piloto automático en el que normalmente dirías que sí.
Usa la petición como una forma de trazar un límite saludable alrededor de tu tiempo. Presta especial atención a cuándo te exiges a ti mismo.
Pruébalo ahora. Diga no a un amigo que sigue aprovechándose de su buena voluntad. O pon el límite con un colega adicto al trabajo y dile que completarás el proyecto, pero no trabajando todo el fin de semana. You’ll find yourself much happier.
More Tips on How to Say No
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Featured photo credit: Chris Ainsworth via unsplash.com