«De verdad que no quiero aburrirme como una ostra», no ha dicho ningún alumno, nunca.
«Espero que a mis alumnos se les nublen los ojos en clase», no ha dicho ningún profesor, nunca.
Aprender es un asunto serio. Pero eso no significa que los alumnos no deban divertirse mientras lo hacen. De hecho, jugar aumenta la motivación al ayudar a los estudiantes a relajarse, abrirse y salir de sus cabezas mientras aprenden. Y recuerda: A no ser que estés enseñando cirugía a corazón abierto, paracaidismo o cómo dirigir de forma segura una misión espacial de vuelta a la Tierra, puedes estar seguro de que el juego es un complemento totalmente apropiado para tu clase.
¿Por qué jugar?
Al igual que tú, tus alumnos han llegado a clase cargados con el equipaje de su día. Aunque su tiempo de clase con usted es sólo un componente de sus vidas, es muy probable que sea uno importante para ellos profesional y personalmente. A pesar de lo que pueda pensar la tía abuela Sylvie, el tiempo de juego en clase no es un tiempo «perdido». Al contrario, los juegos son perfectos para practicar el vocabulario y la gramática, lo que aumenta la camaradería a través de una ligera competición, aumenta los niveles de energía, reduce el estrés, fomenta la resolución de problemas y permite dedicar más tiempo a las clases. Aunque está claro que los niños y los principiantes brillan más cuando juegan, también es cierto que los adultos y los alumnos avanzados disfrutan de la competición y de los momentos más ligeros de la clase. Esto no quiere decir que debas convertir tu clase en un corralito permanente, sino que la adición de momentos de juego da contraste en la clase y permite que alumnos de todo tipo de aprendizaje prosperen. A continuación te proponemos once juegos clásicos que pueden adaptarse a diferentes niveles de habilidad.
Casino
Divide a los alumnos en grupos y dale a cada uno un presupuesto de, por ejemplo, 100€ de dinero mítico. Explique que van a apostar su dinero para intentar ganar más (establezca una apuesta mínima). Escriba una frase incorrecta en la pizarra, adaptando la gravedad del error al nivel de su clase, y pida a cada grupo que identifique el error, lo escriba y haga una apuesta. Los grupos que identifiquen el error ganan, mientras que los que no lo hicieron, pierden su apuesta. Repite varias veces.
Piccionario, charadas y cabezas de famosos
Siempre clásicos, estos juegos son súper versátiles, permiten que los alumnos practiquen vocabulario y expresiones específicas, y tienen el plus de fomentar un tipo de ambiente alegre. Crea una pila de palabras, frases, conceptos o personajes históricos que tu clase haya estudiado recientemente e intenta mezclar los niveles entre los equipos. Puede experimentar jugando con toda la clase (donde la mitad compite contra la otra mitad) o en grupos más pequeños con límites de tiempo.
Tabú
Esta es una gran manera de hacer que los estudiantes hablen y practiquen el vocabulario de su unidad. En Tabú, un alumno debe comunicar un concepto o palabra a su compañero sin utilizar una lista específica de palabras relacionadas. Por ejemplo, deben hacer que su compañero diga «bosque», pero no pueden utilizar las palabras «árbol», «bosque», «Sherwood» o «Negro». Una vez que su compañero diga la palabra, los alumnos cambian de papel.
Veinte objetos
Ponga 20 objetos sobre una mesa y dé a los alumnos un minuto para que los memoricen. Cubra los objetos con un paño y pida a los alumnos que escriban todos los que puedan recordar. Puede optar por utilizar objetos relacionados con su módulo de estudio actual o que estén relacionados de alguna otra manera.
Categorías
Coloque una tabla sencilla en la pizarra con una categoría diferente en cada columna, por ejemplo: Presidentes de Estados Unidos, ríos, frutas, títulos de películas, nombres de chicos, emociones, animales, ciudades. (Modifica las categorías en función del nivel de tu clase). Selecciona al azar una letra del alfabeto. Ahora, dentro de un límite de tiempo, los grupos o parejas de estudiantes deben identificar un ejemplo por categoría. El primer grupo que lo haga correctamente gana.
Bingo
Este clásico juego suele olvidarse y puede adaptarse fácilmente a las necesidades de su clase. Además del bingo clásico, puedes crear tableros de juego en los que los alumnos tachen imágenes, antónimos, sinónimos o palabras de la T1.
Trabalenguas
Los trabalenguas son estupendos para aligerar el ambiente, como rompehielos o forma de empezar cada clase. Busca frases más difíciles para clases avanzadas, ¡verás que es raro el alumno que no esboza una sonrisa! Empieza con esta peculiar lista de trabalenguas – ¡algunos fáciles, otros muy retorcidos!
Una vuelta de tuerca al Twister
Da una vuelta de tuerca al Twister escondiendo discos de colores con palabras, frases, expresiones y lengua meta escritas en ellos. Los estudiantes deben luchar para encontrarlos con un límite de tiempo. Aumente el desafío escondiendo mensajes revueltos, textos con errores gramaticales o descripciones que deban corregirse o unirse.
«El primero en pasar al frente» y «¿Alguna vez lo has hecho?»
Este es un ganador con niños y adultos por igual. Los alumnos comienzan en una fila en el fondo del aula y dan un paso adelante por cada pregunta que respondan correctamente, frase terminada o palabra adivinada. El primero en llegar al frente gana. También puedes jugar a una versión de «¿Has estado alguna vez?» en la que los alumnos den un paso adelante por cada cosa que hayan hecho. («¿Has estado alguna vez en África, has visto un delfín, te has quedado despierto toda la noche, has suspendido un examen, has roto algo valioso, etc.»)
He metido la pata
En esta actividad, los alumnos avanzados cuentan historias de sus errores con el lenguaje en el «mundo real». (Tal vez utilizaron una palabra de forma incorrecta y accidentalmente dijeron algo grosero, recibieron una comida completamente incorrecta al pedir, o simplemente no pudieron, por su vida, entender a sus suegros nativos). Contar estas historias crea un ambiente de humor y fomenta el desenfado y la autorreflexión en el aprendizaje.
Diccionario
Los alumnos de nivel intermedio y avanzado se divertirán inventando definiciones de palabras poco comunes encontradas al azar en un diccionario. Cada grupo lee tres definiciones de una palabra extraña u oscura y el resto de la clase vota cuál cree que es la correcta. Los puntos se obtienen por engañar a los compañeros con una definición inventada, o por la tontería y la originalidad.