1. Los gatos mueren con los ojos abiertos. Se necesita un control muscular activo para cerrar los ojos. (Lo mismo ocurre con los humanos.)
2. Muchos gatos se esconden cuando están enfermos. Este es un mecanismo defensivo para evitar que los depredadores los detecten en un estado vulnerable.
3. Muchos propietarios de gatos piensan que cuando un gato se va a morir es una muerte pacífica, pero muchas veces (la mayoría) no es así. Muchos gatos sufren durante horas o incluso días antes de morir.
4. Cuando los humanos mueren, el sentido de la vista es el primero en desaparecer y el del oído el último. Se cree que lo mismo ocurre con los perros y los gatos.
5. Muchos gatos siguen respirando y tienen movimientos musculares después de que su corazón se haya detenido.
6. Según el Libro Guinness de los Récords, el gato más viejo del que se tiene constancia era un gato doméstico de pelo largo llamado Spike. Hasta el año 2001, cuando falleció a la avanzada edad de 31 años (que son 140 en años humanos, pero ¿quién lleva la cuenta?), Spike seguía persiguiendo arañas y disfrutando de la vida. Spike vivía en Dorset, Inglaterra, con su dueño, un aromaterapeuta llamado Mo Elkington. (Se registró que otro gato británico tenía 34 años cuando murió en 1957, pero no fue documentado por el Guinness.)
7. Los gatos no sufren infarto de miocardio (ataque al corazón) como las personas. En los gatos, el término se suele utilizar para definir un episodio de colapso (más exactamente denominado síncope o pérdida de conciencia) o para describir la muerte súbita de un animal en términos que las personas puedan entender.
8. Los humanos no son la única especie que entierra a sus muertos. Se ha observado que tanto los chimpancés como los elefantes cubren los cuerpos de los miembros fallecidos de sus grupos. Los científicos han observado que los elefantes tocan suavemente los cráneos y colmillos de otros elefantes mucho después de que los cuerpos se hayan descompuesto.
9. Los faraones del antiguo Egipto creían que los animales y las personas compartían el más allá, por lo que querían ser enterrados con los animales que compartían sus vidas. Los queridos gatos eran frecuentemente momificados y colocados en las tumbas con sus dueños.
10. Los gatos padecen casi todas las enfermedades que padecen los humanos, incluyendo diabetes, enfermedades del corazón, enfermedades pulmonares y cáncer.
11. Cuando nuestros queridos gatos mueren muchas personas optan por enterrarlos cerca, en el patio trasero o en el jardín. Aunque esto puede darnos un gran consuelo, también puede ir en contra de la ley. En muchas zonas, la normativa gubernamental prohíbe esta práctica. Así que infórmese de lo que está permitido en su zona antes de enterrar a su gato.
12. Algunos gatos llorarán la pérdida de un gato o perro de compañía aunque y algunos gatos obtienen un cierre al ver el cuerpo de un gato de compañía fallecido. Sin embargo, muchos gatos parecen no llorar ni buscar ningún cierre al ver a un compañero fallecido.