13 señales de que estás desperdiciando la vida pero no puedes admitirlo

¿Cuando eras niño querías ser de mayor astronauta, cantante o ingeniero? Si es así, ¿cómo te está yendo? Con suerte, te va muy bien y estás viviendo la vida de tus sueños. Pero para el resto de los que no lo están, aquí hay 13 señales de que podrías estar desperdiciando tu vida… pero no quieres admitirlo:

Pasas demasiado tiempo haciendo cosas que no deberías hacer.

Videojuegos. Reality TV. Navegar por la red. Atiborrarte de demasiada comida. Beber demasiado. Y la lista continúa. Analiza seriamente tu vida. ¿Dónde pasas la mayor parte de tu tiempo? ¿Y te sirve para algo? ¿Te lleva a una vida mejor? ¿Está sentando las bases para un futuro brillante? Si no es así, necesitas reevaluar tus actividades rutinarias y hacer cambios.

Te encuentras quejándote mucho.

Conozco a personas que están constantemente abrumadas con la vida, y no dejan de decírmelo. Eres tú una de esas personas? Te quejas de tu trabajo, de tu jefe, de tu sueldo, de tus vecinos o de tu pareja? Si lo haces, entonces no estás haciendo otra cosa que exudar energía negativa. La negatividad no cambia las cosas. Te mantiene estancado. Así que cambia tus pensamientos y habla de lo que aprecias de tu vida, no de lo que no te gusta.

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No alimentas tu mente.

Si no estás continuamente creciendo y aprendiendo como persona, entonces estás estancado – como un estanque quieto que no se mueve y le crece mugre verde. Eso es lo que hace tu mente si no la mantienes activa y aprendes cosas nuevas. Los retos positivos en tu vida expandirán tu mente, no la harán retroceder.

Tienes mucha autoconversación negativa.

La autoconversación puede hacer o deshacer tu vida. Como dijo Henry Ford: «Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes… en cualquier caso, tienes razón». Si te dices a ti mismo que no eres lo suficientemente inteligente como para conseguir ese ascenso o montar un negocio, entonces tienes razón. Si te dices a ti mismo que estás demasiado agotado para esforzarte en cambiar tu vida, entonces tienes razón. Lo que te dices a ti mismo se convierte en tu realidad. Así que vigila de cerca lo que te dices a ti mismo, porque descubrirás que tu vida coincide con tus pensamientos.

Te sientes poco inspirado.

¿Tienes pasión por algo? Conozco a mucha gente que piensa que no tiene una pasión. Pero eso nunca es así. Tiene que haber algo que te guste hacer. Así que tienes que redescubrir lo que te emociona, y luego hacer más de eso.

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No planificas tu futuro.

Aunque siempre es genial vivir el «ahora» y «estar en el momento», a veces necesitas mirar hacia adelante para ver a dónde quieres llegar. Si no tienes una meta o un plan, entonces eres como un barco que está vagando sin rumbo en el océano con la esperanza de terminar en algún lugar bueno. Pero no puedes hacer eso. Tienes que hacer una guía paso a paso para llegar a donde quieres ir. Al igual que un GPS te lleva a un destino, tú necesitas tu propio GPS interior para guiarte.

Pasas demasiado tiempo con personas que no contribuyen a tu crecimiento.

Es fácil estancarse saliendo con personas que no te hacen sentir mejor persona. Pero si sigues haciendo eso, entonces te quedarás estancado o te hundirás con ellos. Me gusta llamarlos «Vampiros de energía». Te chupan la vida y no te dan nada positivo a cambio. En su lugar, busca gente orientada al crecimiento con la que estar.

Eres adicto a tu teléfono.

Claro, los teléfonos móviles son aparatos súper chulos que pueden dejarnos en trance cuando los usamos. Aunque eso es divertido, piensa en todo el tiempo que estás perdiendo con tu teléfono. Peor aún, piensa en todas las relaciones que pueden verse afectadas. Quizá estés enviando mensajes de texto o buscando en Internet mientras cenas con tu pareja o tus hijos. Si es así, estás perdiendo un tiempo significativo que puedes pasar con tus seres queridos, o un tiempo que podrías dedicar a hacer un plan para tu futuro.

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Gastas dinero en cosas que no importan.

Hay una diferencia entre una «necesidad» y un «deseo». Seguro que todos hemos aprendido eso en el jardín de infancia. Sin embargo, en la sociedad actual, hemos difuminado bastante las líneas (ver #8… el teléfono móvil). De hecho, conozco a personas que no pueden pagar su hipoteca, pero siguen teniendo los aparatos más elegantes del planeta. Si te paras a pensarlo, es muy poco lo que realmente necesitamos. La comida, el agua, la vivienda y el amor son algunas de esas cosas. Todo lo demás son meros extras. Así que analiza en qué gastas tu dinero y mira si puedes hacer ajustes. Tal vez puedas usar el dinero que ahorras para invertir en tu futuro.

No duermes lo suficiente.

No soy médico, pero he leído suficientes libros para saber lo vital que es el sueño. Podría escribir 20 páginas sobre ello. Pero obviamente no tengo suficiente espacio en este breve artículo. El sueño es crucial para una buena salud. Si estás demasiado ocupado para dormir lo suficiente o si simplemente tienes la mala costumbre de quedarte despierto hasta altas horas de la madrugada, deberías reevaluar tus hábitos.

No estás cuidando tu cuerpo.

No sólo el sueño es esencial para tu salud, también lo son la alimentación y el ejercicio. Sé que no te estoy diciendo nada que no sepas ya. Pero llevar una dieta equilibrada y saludable y mover tu cuerpo realmente tiene más efectos positivos que la pérdida de peso. Afecta a tu actitud mental y a tu bienestar general. Así que revisa tu dieta y tu nivel de actividad. Puede que descubras que hacer unos pequeños cambios mejorará mucho tu vida.

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No sales de tu zona de confort.

Sé lo fácil que es vivir en una zona de confort. De hecho, cuando voy a un restaurante conocido, siempre pido lo mismo. No porque tenga miedo de probar algo nuevo, sino porque me gusta la comida que pido normalmente. Pero no es ése el tipo de zona de confort del que hablo. Hablo de asumir un riesgo que mejore tu vida. Y ten en cuenta que hay una diferencia entre un «riesgo» y un «riesgo calculado». Cualquier riesgo tiene la posibilidad de ser mortal, pero un riesgo calculado es aquel en el que has sopesado todas las opciones y, por tanto, has elaborado un buen y sensato plan de acción.

Estás viviendo una vida que no te gusta.

La forma en la que yo mido el éxito es por el nivel de felicidad de alguien. ¿Eres feliz? Si no es así, ¡deberías cambiar algo! Incluso un sentimiento de contentamiento o satisfacción no te dice que estés viviendo la vida al máximo. La vida debe ser emocionante. Así que si no estás disfrutando de la vida, echa un vistazo a algunos de los cambios que puedes hacer para llegar a un lugar mejor.

Si alguno de estos 13 puntos te ha sonado, no desesperes. Puedes hacer cambios. Pero el primer cambio que debes hacer es deshacerte de la idea de que no puedes hacerlo. Muchas veces, tu mayor obstáculo es tu propio proceso de pensamiento. Así que empieza por ahí. Cambia tu forma de pensar y luego cambia tu vida.

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