A lo largo de los años se ha puesto de relieve el papel que desempeña el bistec en nuestra dieta, así que se le perdona que se pregunte si el bistec es bueno o no para usted. ¿Qué tan saludable es el bistec? Tanto si le gusta como si no, todos estamos de acuerdo en que comer filete conlleva una gran cantidad de beneficios nutricionales. Analicemos exactamente por qué el bistec es una opción alimenticia saludable.
- El bistec es uno de los mejores alimentos ricos en proteínas
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- El filete puede ayudar a prevenir la deficiencia de hierro
- El bistec también es rico en otros micronutrientes importantes
- El bistec puede mejorar tu sonrisa
- El bistec es bueno para la salud mental
El bistec es uno de los mejores alimentos ricos en proteínas
El bistec es una de las mejores fuentes de proteínas, y las proteínas son importantes para casi todas las células del cuerpo. Es un macronutriente, lo que significa que tu cuerpo necesita una gran cantidad para funcionar.
La proteína es esencial para mantener nuestro cabello, uñas, piel, huesos, cartílagos y sangre en buen estado. Es un bloque de construcción importante para aumentar la masa muscular y reparar los tejidos, y también se necesita para crear hormonas, enzimas y otros productos químicos dentro del cuerpo humano.
Comer filete es una manera fácil de aumentar su proteína dietética, y si usted está después de un porterhouse, solomillo o t-bone, usted está buscando en alrededor de 176 calorías, 20 gramos de proteína por 100 gramos.
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El filete puede ayudar a prevenir la deficiencia de hierro
El hierro es importante para nuestro cuerpo; ayuda a nuestros glóbulos rojos a llevar oxígeno a nuestras células, lo que lo hace increíblemente importante para el funcionamiento diario.
El filete es una de las mejores fuentes de hierro, lo que lo convierte en una gran opción de alimento para aquellos que son propensos a sufrir anemia. No sólo es rica en hierro, sino que el hierro de la carne roja es absorbido más fácilmente por el cuerpo. Una ración de carne de vacuno contiene el 15% de nuestra ingesta diaria recomendada de hierro, siendo la ingesta diaria recomendada de hierro sentado de entre 13,7-15,1 mg/día.
Los científicos también han realizado estudios que sugieren que es menos probable encontrar deficiencias de hierro en las personas que comen carne roja, aves de corral y pescado regularmente.
El bistec también es rico en otros micronutrientes importantes
Además de proteínas y hierro, el bistec es increíblemente rico en otros nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar, como la carnosina y la creatina, que ayudan al funcionamiento de nuestros músculos y cerebro. De hecho, los que no comen carne han demostrado históricamente ser bajos en estos nutrientes.
También es una gran fuente de hierro, vitaminas B, selenio y zinc. Si quieres aumentar aún más tu ingesta de vitaminas, puedes optar por la carne de vacuno alimentada con hierba en lugar de la alimentada con cereales, debido a su mayor recuento de omega-3, CLA y vitaminas E y A.
El bistec puede mejorar tu sonrisa
Como si necesitáramos más razones para convencernos de que el bistec es un alimento saludable para la cena… resulta que incluso puede proteger nuestras radiantes sonrisas.
Aunque no lo creas, el bistec es estupendo para mantener la salud bucal. Organizaciones médicas como la Asociación Dental Americana promueven el consumo de carne roja porque ésta es rica en fósforo, y el fósforo juega un gran papel en la protección de los huesos y el esmalte de los dientes.
El bistec es bueno para la salud mental
Ahora sí que es interesante, porque parece que la carne roja puede ser altamente beneficiosa para nuestra salud mental.
Hay una serie de estudios que muestran una correlación entre el consumo de carne roja y una menor incidencia de trastornos mentales. En un estudio, los científicos identificaron a 60 mujeres diagnosticadas con trastorno depresivo mayor y a otras 80 con ansiedad. El consumo de carne roja de cada mujer se comparó con la recomendación diaria australiana de 65g a 100g.
El estudio descubrió que las mujeres que consumían menos carne roja que la ingesta diaria recomendada duplicaban sus probabilidades de padecer distimia y trastorno depresivo mayor en comparación con las que comían la cantidad diaria recomendada. Además, las mujeres que comían una cantidad baja de carne roja tenían el doble de probabilidades de sufrir un trastorno de ansiedad.