Agudeza sensorial

La agudeza sensorial es la precisión con la que se puede localizar un estímulo. Su grado varía entre las zonas del cuerpo dependiendo de la función, por ejemplo, las yemas de los dedos requieren una mayor agudeza sensorial que el antebrazo.

Esto está determinado por 3 cosas: la inhibición lateral del sistema nervioso central (SNC), la discriminación de dos puntos y la convergencia y divergencia sináptica.

Inhibición lateral

La inhibición lateral es la capacidad que tienen las neuronas excitadas de inhibir la actividad de las neuronas vecinas. Esto evita la propagación de la actividad neuronal lateralmente. En consecuencia, existe un mayor contraste en la excitación entre las neuronas vecinas, lo que permite una mejor agudeza sensorial.

Si bien la inhibición lateral es un componente clave del procesamiento sensorial, es más importante en el procesamiento visual, ya que ayuda a aumentar el contraste y mejorar la percepción de los bordes. La inhibición lateral también es importante cuando se procesa el tacto fino, ya que las diferencias amplificadas en la actividad neuronal permiten a una persona localizar mejor la zona que se está tocando.

Fig 1 – Diagrama que demuestra el proceso de inhibición lateral. Las tres neuronas son estimuladas, sin embargo en este caso la neurona B es la más estimulada y por ello envía señales inhibitorias a las neuronas A y C.

Discriminación de dos puntos

La discriminación de dos puntos es la capacidad de discernir entre dos puntos que tocan la piel. Por lo tanto, describe la distancia mínima necesaria entre dos estímulos simultáneos aplicados para ser registrados. Esta distancia suele variar en función de la parte del cuerpo que examinemos. Por ejemplo, en las yemas de los dedos, la distancia mínima requerida para lograr este fenómeno es menor que la distancia requerida más arriba en el brazo.

Dos factores determinan la discriminación de dos puntos: la densidad de los receptores sensoriales y el tamaño de los campos receptivos neuronales. Cuanto mayor sea el número de receptores sensoriales en una región, más precisa será la percepción sensorial de la misma. Las yemas de los dedos tienen entre 3 y 4 veces más densidad de receptores sensoriales que la mano.

Cada neurona tiene un espacio sensorial específico que si se simula dará lugar a la activación de esa neurona concreta. Este espacio se conoce como el campo receptivo de esa neurona. El campo receptivo varía de tamaño. Cuanto mayor es el campo receptivo, mayor es el área en la que detecta los cambios, pero también la percepción es menos precisa, y viceversa. Por lo tanto, las zonas con mayor sensibilidad de discriminación de dos puntos deben tener una alta densidad de receptores con campos receptivos pequeños. Los campos receptivos pueden superponerse, lo que también da lugar a una menor precisión de la percepción.

Fig 2 – Diagrama que muestra la distancia de discriminación de dos puntos de varias partes del cuerpo.

Convergencia y divergencia sináptica

La convergencia sináptica se produce cuando varias neuronas de primer orden convergen en una neurona de segundo orden. El resultado es la reducción de la agudeza, ya que una señal de múltiples receptores converge en una neurona. Sin embargo, este proceso también aumenta la sensibilidad global a la estimulación, ya que la activación de múltiples receptores puede activar la neurona de segundo orden.

La divergencia sináptica implica que una neurona de primer orden estimula varias neuronas de segundo orden. Permite un sentido más preciso de la percepción al amplificar la señal de un solo receptor o área.

Relevancia clínica – Prueba de la discriminación de dos puntos

La discriminación de dos puntos se suele probar dentro de un examen neurológico para evaluar la percepción táctil. Debe llevarse a cabo con los ojos del paciente cerrados para evitar la interferencia de los estímulos visuales.

Se debe utilizar un calibrador, o un clip reformado, y se debe pedir al paciente que, al tocarlo, informe de si siente uno o dos puntos. La distancia más pequeña entre dos puntos que sigue dando lugar a la percepción de dos estímulos se registra como el umbral de dos puntos.

El umbral de dos puntos puede reducirse por daños en un nervio periférico o por daños en la vía lemniscal dorsal.

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