La apatía describe una falta de interés, entusiasmo o motivación. Interfiere con el manejo eficaz de los síntomas de la enfermedad de Parkinson (EP), ya que las personas apáticas están menos dispuestas a hacer cosas como el ejercicio y seguir sus horarios de medicación.
Puede que esté experimentando apatía si siente que cada vez es más difícil levantarse y participar en las actividades de la vida. Informe a su proveedor de atención médica y trabaje con su equipo para determinar el mejor curso de acción.
Además de la apatía, las personas con EP también suelen experimentar depresión y fatiga. La apatía no es lo mismo que la depresión. En algunos casos, la apatía forma parte de un trastorno depresivo o está relacionada con el deterioro cognitivo. La apatía unida a la depresión puede disminuir la energía de una persona y hacer que sea difícil separar cómo afecta cada una de ellas al estado de ánimo de una persona. La depresión provoca sentimientos de inutilidad o culpabilidad, mientras que una persona con apatía no siente ningún estado de ánimo o está emocionalmente plana.
La apatía puede ser frustrante para las personas con EP, los cuidadores y los seres queridos. Entender la apatía como un síntoma de la EP y encontrar formas de afrontarla es clave para garantizar una buena calidad de vida y para mantener una buena relación con los cuidadores, la familia y los amigos.
Terapias
Actualmente, no existen tratamientos eficaces probados para la apatía -ni pastillas ni terapias especiales-, pero las actividades estructuradas y las oportunidades de socialización son un enfoque útil. Una rutina regular, seguir socializando y haciendo ejercicio aunque no le apetezca, tomar sus medicamentos a tiempo y evitar el aislamiento ayudan a controlar la apatía. Hablar con su familia y amigos o participar en un grupo de apoyo también puede ayudarle a mantenerse comprometido y motivado.
Se anima a las personas que experimentan apatía a que se reúnan con su médico para:
- Evaluar y optimizar la medicación para la EP – un mejor movimiento puede reducir la apatía.
- Ponerse a prueba para detectar la depresión y la apatía – las escalas de valoración estándar pueden ayudarle a usted y a su médico a encontrar la causa de su estado de ánimo. Si tiene depresión, consiga tratamiento.
- Discuta formas de conseguir el sueño más reparador posible – las dificultades para dormir contribuyen a la fatiga.
- Explore otras opciones de tratamiento – no hay medicamentos aprobados para tratar la apatía, pero algunos pacientes pueden beneficiarse de los inhibidores de la colinesterasa (rivastigmina, etc.), estimulantes o ciertos tipos de antidepresivos.
- Pida apoyo a los cuidadores, amigos y familiares mientras intenta estar activo, mantener las relaciones sociales y recuperar el disfrute de las actividades diarias.
- Cree un programa diario de actividades, que incluya tareas y cosas que disfrute. Sea realista sobre lo que puede lograr. Dése una pequeña recompensa por cada actividad realizada.
- Cree objetivos semanales de actividades de ocio -hacer un pasatiempo o ir a un restaurante, por ejemplo-. Intente salir de casa.
- Centrarse en una tarea, o parte de ella. El éxito puede ayudarle a dar el siguiente paso.
- Ejercite – camine, haga jardinería, baile – lo que le atraiga.
- Duerma lo suficiente.
Consejos para vivir con apatía
La apatía y los cuidadores
La apatía puede ser uno de los síntomas de Parkinson más frustrantes con los que se encuentre un cuidador. Las investigaciones han demostrado que las personas con apatía requieren más de sus cuidadores. Es difícil ver a su ser querido ignorar o negarse a hacer cosas que ambos saben que son útiles para su Parkinson, como el ejercicio. Recuerde que la apatía es un síntoma de la enfermedad y que la persona con EP no necesariamente está siendo perezosa o poniendo excusas.
Página revisada por el Dr. Chauncey Spears, becario de trastornos del movimiento en la Universidad de Florida, un Centro de Excelencia de la Fundación Parkinson.