El síndrome de enclaustramiento es uno de los estados más incapacitantes que se caracterizan por la conservación de la mente consciente dentro de un cuerpo tetrapléjico y anárquico. Recientemente, se ha incrementado la conciencia pública sobre esta rara condición, y se reportan más casos. La lesión causante más común es la lesión pontina ventral bilateral secundaria a la oclusión de la arteria vertebrobasilar. Los médicos deben estar familiarizados con esta enfermedad, ya que existe una alta probabilidad de que se produzcan diagnósticos erróneos, como el coma o el estado vegetativo, tras un estado de inconsciencia prolongado. A menudo son los familiares o cuidadores los que reconocen primero el estado de consciencia e informan de que el paciente puede comunicarse a través de sus ojos. Debido a las complicaciones, como la aspiración y la sepsis, alrededor del 40-70% de los enfermos mueren en la fase aguda de la enfermedad. Sin embargo, los avances en la atención médica, la rehabilitación y la tecnología de la comunicación han permitido a muchos pacientes con síndrome de enclaustramiento crónico llevar una vida significativa en la sociedad con la ayuda de sus familiares y amigos.