Una introducción a la composición de la sangre
La sangre que circula por sus venas y dentro de sus órganos vitales es un pequeño milagro que a menudo damos por sentado. Saber más sobre ella es clave para entender cómo un régimen de aspirina para los supervivientes de un ictus ayuda a prevenir otro ictus relacionado con un coágulo (isquémico). En cada gota de sangre, encontrará:
- Glóbulos rojos: son como camiones de reparto de oxígeno. Llevan el oxígeno que necesitamos para vivir, donde sea necesario.
- Glóbulos blancos: estos diminutos soldados ayudan a combatir las infecciones
- Patéculas: las células pegajosas que se unen y crean un coágulo cuando te cortas
- Plasma: la parte fluida de la sangre que hace que todo ocurra, repartiendo nutrientes, hormonas y proteínas por todo el cuerpo
Los bloqueos causan accidentes cerebrovasculares isquémicos
Las plaquetas forman coágulos, pero para entender por qué ocurre esto, hay que conocer unas sustancias llamadas prostaglandinas. Estas sustancias son las que hacen que las plaquetas sean pegajosas, y cuando te haces un corte, tus plaquetas las producen para poder formar un coágulo que detenga la hemorragia.
Y mientras que un coágulo en el exterior es bueno – de lo contrario seguiría sangrando – un coágulo dentro de sus vasos sanguíneos puede ser algo malo. La acción de coagulación dentro de sus vasos sanguíneos puede ocurrir debido a otra sustancia pegajosa: la placa.
Conformada por calcio, colesterol y grasa -entre otras cosas- la pegajosidad de la placa combinada con la pegajosidad de sus plaquetas puede conducir a una obstrucción. Y los bloqueos pueden impedir que la sangre fluya.
Flujo sanguíneo: la aspirina lo hace posible
Si su médico le recetó un régimen de aspirina, es porque la aspirina hace que sus células coagulantes (plaquetas) sean menos pegajosas. Y si están menos pegajosas, es menos probable que se coagulen, lo que ayuda a prevenir otro ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular (isquémico) relacionado con los coágulos.