Cuando tus besables labios se cubren de piel escamosa, es hora de añadir algo de humedad a esos labios. Los labios agrietados son causados por una variedad de factores, incluyendo el viento, el sol, los medicamentos y el aire seco. Pero la buena noticia es que no tienes que enjabonar tus labios con ChapStick cien veces al día para suavizarlos. Si quieres ir por la vía natural, haz algunos cambios en tu rutina de cuidado de los labios y utiliza productos que no contengan ninguna sustancia química.
Deja de lamerte los labios. Puede que sea habitual pasarse la lengua por los labios resecos, pero una vez que la saliva se evapora, tus labios se vuelven más secos de lo que estaban al principio.
Abastécete de líquidos. Mantener la piel hidratada empieza por hidratar el cuerpo, así que bebe mucha agua a lo largo del día. Si el aire dentro de tu casa es seco, utiliza un humidificador para añadir algo de humedad extra.
Pasa un poco de aceite de oliva, aceite de coco, aceite de canola, vitamina E, aceite de almendras o manteca de cacao por tus labios para ayudar a curar la piel seca. Aplica esta forma de hidratación en tus labios sobre todo antes de salir a la calle con tiempo seco o frío.
Mezcla 1/2 cucharadita de aceite de coco y 1/2 cucharadita de azúcar moreno o blanco en un bol. Remuévelo con una cuchara. Extrae el exfoliante y frótalo suavemente sobre tus labios agrietados durante uno o dos minutos con pequeños movimientos circulares. Aclara los labios con agua tibia, sécalos con una toalla y huméctalos inmediatamente. También puedes exfoliar tus labios mientras te cepillas los dientes, frotando el cepillo de dientes sobre tus labios para desprender la piel seca.
Consejo
Si quieres utilizar bálsamos labiales comprados en la tienda, elige productos que contengan ingredientes hidratantes como cera de abeja, manteca de karité o de cacao, petrolato y dimeticona. Evita los productos que contienen alcohol, sabores o fragancias, que pueden ser más resecantes.