Notas de la receta
Dosificación
Una decocción suele tomarse como una bebida, usando aproximadamente de 1/4 a 1/2 taza según sea necesario.
El tipo de hierba utilizada determinará aún más la cantidad a consumir.
Dependiendo de la hierba, es posible que tenga que añadir un poco de miel o estevia para que la bebida sea agradable al paladar.
*Herbas para usar en decocciones
Muchas hierbas hacen maravillosas decocciones. Aquí hay algunas para que usted considere:
Raíz de bardana para el apoyo del hígado.
Raíz de diente de león para la anemia, y también como un laxante suave.
Raíz de diente de león para la limpieza del hígado.
El regaliz para el síndrome del intestino irritable, la fatiga suprarrenal, y los problemas digestivos (evitar durante el embarazo).
Raíz de ginseng para apoyar el equilibrio hormonal, la fatiga y la debilidad digestiva.
Canela para la digestión, los resfriados y, en general, para calentar el cuerpo.
Corteza de pau d’arco para fortalecer el sistema inmunológico.
Corteza de olmo resbaladizo para calmar las úlceras, la tos y la diarrea.
Raíz de achicoria para mejorar la salud de la piel.
Otros usos de las decocciones
Baños
Las decocciones también pueden añadirse a los baños para crear un remojo calmante y terapéutico.
Simplemente prepare de 2 a 3 cuartos de galón de decocción, cuele las hierbas y añada el líquido restante a una bañera llena de agua tibia.
Siéntese durante al menos 20 minutos.
Los baños son una forma maravillosamente sencilla de utilizar las propiedades curativas de las hierbas. Son especialmente útiles para cualquier persona que tenga dificultades para ingerir las hierbas en circunstancias normales, como alguien que esté enfermo o sea demasiado joven).
Para obtener más ideas de baños terapéuticos, consulte este post.
Compresas
Las decocciones también se pueden utilizar como compresas (también conocidas como fomentaciones) para aplicar la hierba directamente sobre la piel.
Para hacer una compresa, empapa un paño limpio en la decocción tibia (no caliente). Exprime el exceso de líquido, aplica el paño en la zona afectada y deja que permanezca allí hasta que se enfríe.
Aplica de nuevo según sea necesario.