Las encimeras de cristal aportan un aspecto elegante a las cocinas y suelen ser más fáciles de limpiar que las estufas con quemadores de gas o los serpentines eléctricos con bandejas de goteo. Cuando las sartenes se derraman o la grasa salpica, no hay recovecos que atrapen la suciedad en una encimera de cristal, sólo una superficie lisa que se puede limpiar.
El término encimera de cristal es un poco equivocado. En realidad es una mezcla de cerámica y vidrio o un material policristalino que crea un material fuerte que puede soportar repetidos cambios rápidos de temperatura. La encimera suele ser de color, normalmente blanco o negro, y puede ser transparente, translúcida u opaca. La mayoría de las placas de cocción utilizan bobinas de calefacción radiante que permiten que el quemador se caliente pero que las superficies adyacentes permanezcan frías. Esto ocurre porque las placas de cocina tienen un bajo coeficiente de conducción del calor.
Si se trata adecuadamente, sólo se necesitan unos pocos productos y suministros de limpieza para mantener una placa de cocina de vidrio con el mejor aspecto. Aunque es extremadamente duradero, el vidrio puede rayarse si se arrastran ollas y sartenes sobre la superficie. También puede romperse si se golpea con cierta fuerza con un objeto contundente.
Con qué frecuencia debe limpiarse una placa de cocina de cristal
En principio, la placa de cocina debe limpiarse después de cada uso. Al limpiar los derrames y las salpicaduras con prontitud, se puede prevenir la acumulación que se quemará en la superficie. La grasa y la suciedad que se acumulan se «cuecen» por la exposición al calor y son mucho más difíciles de eliminar. Incluso si no se utiliza a menudo, una encimera de cristal debe limpiarse a fondo al menos semanalmente.