El clítoris: el placer de la mujer
El clítoris es el órgano más sensible del cuerpo de la mujer y actualmente su única función conocida es la de proporcionar placer sexual. Aunque pueda parecer que sólo es la pequeña protuberancia nerviosa que se ve bajo su capuchón en la parte superior de la vulva -el glande-, su estructura se extiende en realidad por el interior del cuerpo y los órganos reproductores de la mujer, rodeando los labios mayores de la vulva, el periné y la parte inferior de la vagina.
Como vemos, es una zona que hay que estimular con delicadeza, ya que su sensibilidad es enorme -para bien y para mal-. Desde Santai Masajes os vamos a dar algunos consejos para masajearla y estimularla con las manos de la manera correcta, y puede ser el complemento perfecto a cómo dar masajes a las mujeres. Tenlo en cuenta cuando hables de masajes eróticos o te prepares para darlos tú misma.
Menos es más
Al ser un órgano tan sensible, la estimulación directa nunca es una buena idea. El clítoris -al igual que el pene- se llena de sangre y se pone erecto cuando la mujer está excitada, momento a partir del cual podemos empezar a estimularlo teniendo en cuenta que no debemos hacerlo directamente hasta que la chica esté ya excitada o a punto de llegar al orgasmo.
También para la estimulación directa es muy importante utilizar algún lubricante -asegúrate de que es un lubricante a base de agua si vas a usar preservativos después- para tocarlo directamente.
Otra opción es humedecer los dedos con saliva o utilizar el propio flujo vaginal de tu pareja como lubricante (de hecho, el flujo vaginal es precisamente el lubricante que utiliza el cuerpo de la mujer para favorecer la función del clítoris).
Comienza de forma indirecta
Dado que el clítoris se extiende internamente por toda la vagina y el interior de la vulva, es una buena idea comenzar a masajear toda la zona que rodea la vulva. Empieza acariciando suavemente la zona del bajo vientre, donde están sus ovarios; también puedes acariciar la ingle y la zona que rodea la vulva, ejerciendo una ligera presión a medida que avanzas por la parte externa de los labios mayores.
Sólo cuando la chica se haya excitado puedes tocar directamente el glande del clítoris, pero recuerda hacerlo siempre con los dedos húmedos.
Estimular el clítoris
A la hora de estimular directamente el clítoris hay muchas variantes de movimientos que se pueden utilizar y que proporcionarán más o menos placer según los gustos de la propia chica.
Puedes recorrer el glande del clítoris en círculos deslizando la yema del dedo sobre el capuchón. Otra opción es colocar el dedo sobre el clítoris y variar la presión como si estuvieras pulsando una tecla de un teclado.
Otra técnica muy buena es colocar el clítoris entre dos dedos, como si quisieras atraparlo entre ellos, y moverlos de lado a lado. Todas estas técnicas de estimulación directa recuerda que sólo se pueden utilizar cuando la chica ya está excitada y camino del orgasmo.
En este punto también puedes utilizar la otra mano para estimular la parte superior interna de la vagina, el punto G femenino, a unos 3 o 4 centímetros de la entrada, combinando este movimiento con la estimulación del glande del clítoris.