El árbol ficus (Ficus benjamina) es una planta que puede alcanzar la grandiosa altura de 30 metros en su hábitat natural. Sin embargo, es más frecuente que el ficus se mantenga como planta de interior en maceta. El ficus tolera muy bien tanto las condiciones de interior como las de exterior. En cuanto a su aspecto, la planta tiene ramas que se doblan con gracia, lo que le ha valido el apodo de higuera llorona. Estas ramas tienen hojas brillantes y ovaladas con puntas que se estrechan hasta llegar a una punta delgada. Como todas las especies de higuera, el ficus puede producir frutos. Sin embargo, no se suele consumir, aunque es comestible.
Poda y mantenimiento de un ficus
Las principales razones para podar un ficus son mejorar su forma e inhibir su crecimiento. El ficus típico de interior tiene un tronco expuesto con una copa frondosa que tiene una forma más o menos redondeada, como la de un arbusto. El ficus se acondiciona y recorta fácilmente para que adquiera esta configuración; sin embargo, no es del todo natural. En la naturaleza, un ficus suele extenderse algo más y tiene una cantidad de miembros inferiores no conformes, lo que le confiere un aspecto más tupido y menos cuidado. El ficus típico de interior tiene una forma que acentúa y exagera este diseño ya atractivo.
Poda básica del árbol de ficus
Los ficus deben someterse a la poda después de que el nuevo crecimiento se detenga a finales del verano y principios del otoño. La planta típica experimenta este nuevo crecimiento en los meses de primavera y principios de verano. Si un ficus en maceta se lleva al interior para el invierno, podarlo antes de llevarlo a la casa es el momento ideal. Dado que los ficus son bastante resistentes y elásticos, la poda puede realizarse durante todo el año si es necesario, no sólo durante el periodo óptimo en verano/otoño. Las ramas muertas o rotas pueden podarse en cualquier momento.
Para podar un ficus, el utensilio más útil que hay que tener a mano es un par de tijeras de podar pequeñas diseñadas para trabajos finos/cerrados y tallos estrechos. Estas deben estar limpias y afiladas para obtener los mejores resultados.
Los ficus se pueden podar paso a paso de la siguiente manera:
- Localice un nudo en el que una hoja/varilla se une al tallo/rama
- Corte con una ligera inclinación hacia abajo antes de un nudo
- Corte cerca del nudo sin cortarlo
- Deje al menos un nudo para un nuevo crecimiento en ese tallo/rama
- Para eliminar una rama, recórtala hasta justo antes del tronco/rama y no dejes ningún nudo
Esto debe hacerse con el objetivo de crear un árbol de aspecto natural, pero bien cuidado.
Ficus Bonsái
El bonsái se refiere al antiguo arte japonés de cultivar árboles en miniatura en recipientes poco profundos. Tanto las variedades de Ficus benjamina como de Ficus retusa son excelentes árboles de bonsái. Esto se debe a sus pequeñas hojas y a su relativa resistencia. El ficus también crece rápidamente y es de hoja perenne. Como todos los bonsáis, requieren una poda metódica y frecuente para mantener tanto el tamaño deseable como la forma tradicional. Esta práctica puede requerir mucho tiempo y paciencia, pero los resultados finales son a menudo bastante impresionantes.
Reacciones de estrés del árbol de ficus
El ficus tiene una tendencia a dejar caer las hojas repentinamente debido a cambios en la luz, la temperatura, el volumen y el horario de riego, la calidad del aire, la posición y otros factores posiblemente demasiado intrascendentes para que sus propietarios humanos se den cuenta. Los ficus son adversos a todas las formas de cambio y expresan su respuesta al estrés ambiental dejando caer grandes cantidades de hojas. En general, esto no es motivo de alarma. El ficus se adaptará.
Otras consideraciones en el mantenimiento de los ficus
Las raíces del ficus se consideran invasivas. Si el ficus se planta en el suelo, sus raíces se extenderán, posiblemente creciendo por debajo y levantando aceras, patios de hormigón y calzadas. Por esta razón, los ficus pueden no ser apropiados para plantar en el suelo en todos los lugares. En forma de planta de maceta, deben replantarse cada uno o dos años; de lo contrario, se atascarán en la maceta y dejarán de prosperar.