Ciudad de Potosí

Valor Universal Excepcional

Breve síntesis

Potosí es el ejemplo por excelencia de una gran mina de plata de la era moderna, con fama de ser el mayor complejo industrial del mundo en el siglo XVI. Pequeño caserío de época prehispánica encaramado a 4.000 m de altitud en la gélida soledad de los Andes bolivianos, Potosí se convirtió en «Ciudad Imperial» tras la visita de Francisco de Toledo en 1572. La ciudad y su región prosperaron enormemente tras el descubrimiento de los mayores yacimientos de plata del Nuevo Mundo en el Cerro de Potosí, al sur de la ciudad. Potosí, principal proveedor de plata para España en la época colonial, estuvo directa y tangiblemente asociada a la importación masiva de metales preciosos a Sevilla, que precipitó una avalancha de moneda española y dio lugar a cambios económicos de importancia mundial en el siglo XVI. Se ha conservado toda la cadena de producción industrial desde las minas hasta la Real Casa de la Moneda, y el contexto social subyacente está igualmente bien ilustrado, con barrios para los colonos españoles y para los trabajadores forzados separados entre sí por un río artificial. Potosí también ejerció una influencia duradera en el desarrollo de la arquitectura y las artes monumentales en la región central de los Andes al difundir las formas de un estilo barroco que incorporaba influencias indígenas.

En el siglo XVII vivían en Potosí 160.000 colonos y 13.500 indios que eran obligados a trabajar en las minas bajo el sistema de mita (trabajo obligatorio). El Cerro de Potosí alcanzó su plena capacidad de producción a partir de 1580, cuando se implantó una técnica minera desarrollada por los peruanos conocida como patio, en la que la extracción del mineral de plata se basaba en una serie de molinos hidráulicos y en la amalgama de mercurio. La infraestructura industrial constaba de 22 lagunas o depósitos, desde los que un flujo forzado de agua producía la energía hidráulica para activar 140 ingenios o molinos para moler el mineral de plata. El mineral molido se amalgamaba con mercurio en hornos de tierra refractaria, se moldeaba en barras, se estampaba con la marca de la Real Casa de la Moneda y se llevaba a España.

La ciudad y la región conservan evidencias evocadoras de esta actividad, que se redujo significativamente después de 1800, pero que aún continúa. Se trata de las minas, en especial el complejo minero del Real, el mayor y mejor conservado de las cerca de 5.000 explotaciones que surcaban el altiplano y sus valles, las presas que controlaban el agua que activaba los molinos de mineral, los acueductos, los centros de molienda y los hornos. Otros testimonios son los soberbios monumentos de la ciudad colonial, entre ellos 22 iglesias parroquiales o monásticas, la imponente torre de la Compañía de Jesús y la Catedral. También se conserva la Casa de la Moneda, reconstruida en 1759, así como varias casas patricias, cuyo lujo contrastaba con la desnudez de las rancherías del barrio indígena. Muchos de estos edificios son de un estilo «barroco andino» que incorpora influencias indígenas. Esta arquitectura inventiva, que refleja la rica vida social y religiosa de la época, tuvo una influencia duradera en el desarrollo de la arquitectura y las artes monumentales en la región central de los Andes.

Criterio (ii): La «Ciudad Imperial» de Potosí, tal y como se convirtió tras la visita de Francisco de Toledo en 1572, ejerció una influencia duradera en el desarrollo de la arquitectura y las artes monumentales en la región central de los Andes al difundir las formas de un estilo barroco que incorporaba influencias indígenas.

Criterio (iv): Potosí es el ejemplo por excelencia de una gran mina de plata en tiempos modernos. La infraestructura industrial constaba de 22 lagunas o depósitos, desde donde un flujo forzado de agua producía la energía hidráulica para activar los 140 ingenios o molinos para moler el mineral de plata. El mineral molido se amalgamaba con mercurio en hornos de tierra refractaria llamados huayras o guayras. Después se moldeaba en barras y se estampaba con la marca de la Real Casa de la Moneda. Desde la mina hasta la Real Casa de la Moneda (reconstruida en 1759), se conserva toda la cadena de producción, junto con las presas, acueductos, centros de molienda y hornos. El contexto social está igualmente bien representado: la zona española, con sus monumentos, y la zona indígena, muy pobre, están separadas por un río artificial.

Criterio (vi): Potosí está asociada de forma directa y tangible a un acontecimiento de destacada significación universal: el cambio económico provocado en el siglo XVI por la avalancha de moneda española resultante de la importación masiva de metales preciosos en Sevilla.

Integridad

Dentro de los límites del bien se localizan todos los elementos necesarios para expresar el Valor Universal Excepcional de la Ciudad de Potosí, incluyendo los componentes industriales mineros y urbanos del conjunto como el sistema de lagunas artificiales, las minas, los molinos de procesamiento de minerales, la arquitectura y la forma urbana y el entorno natural, todo ello dominado por la majestuosa presencia del Cerro de Potosí. No se ha delimitado ninguna zona de amortiguación para la propiedad.

Autenticidad

La Ciudad de Potosí es auténtica en cuanto a las formas y diseños del conjunto, materiales y sustancias, y ubicación y entorno. Todavía dominada por el majestuoso Cerro de Potosí, las calles, plazas, edificios cívicos y religiosos, parroquias e iglesias de la «Ciudad Imperial» de Potosí permanecen como fieles testigos de su gran esplendor y cuentan la importante historia de la minería en América.

La degradación del Cerro de Potosí (también llamado Cerro Rico o Sumaj Orcko) por las continuas operaciones mineras ha sido durante mucho tiempo una preocupación, ya que cientos de años de minería han dejado la montaña porosa e inestable. La Corporación Minera de Bolivia incluyó la preservación de la forma, la topografía y el entorno natural de la montaña como uno de los objetivos para su futura explotación. Sin embargo, las recomendaciones de una misión técnica del Centro del Patrimonio Mundial/ICOMOS en 2005 para mejorar la seguridad y la estabilidad del bien, así como otras condiciones necesarias para permitir actividades mineras sostenibles, no fueron atendidas y partes de la cima de la montaña se han derrumbado. La autenticidad de la propiedad está, por tanto, amenazada, y deben tomarse medidas urgentes y adecuadas para proteger las vidas humanas, mejorar las condiciones de trabajo y evitar un mayor deterioro de este componente vulnerable de la propiedad.

Requerimientos de protección y gestión

La Ciudad de Potosí está protegida por la Constitución Política del Estado, Art. 191; Ley del Monumento Nacional, 8/5/1927; Normas Complementarias sobre patrimonio Artístico, Histórico, Arqueológico y Monumenta, Decreto Supremo (D.S. No. 05918 de 6/11/1961; Créase la Comisión Nacional de Restauración y Puesta en Valor de Potosí, D.S. No. 15616 de 11/7/1978; Normas sobre defensa del Tesoro Cultural de la Nación, Decreto Ley (D.L.) No. 15900 de 19/10/1978; y Ley No. 600 de 23/2/1984 para financiar la implementación de la designación de la Ciudad de Potosí como «Ciudad Monumental de América» por la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos en 1979. Además, el Plan de Rehabilitación de las Áreas Históricas de Potosí (PRAHP), su Reglamento y varios estudios también abarcan la protección del bien. No existe un plan de gestión participativa de la conservación del inmueble.

Los trabajos de restauración se realizan con el apoyo internacional de la UNESCO, la Organización de Estados Americanos y los gobiernos de España y la República Federal de Alemania. El Ministerio de Cultura del Estado Plurinacional de Bolivia está a cargo de los trabajos de conservación y preservación. El Proyecto de la calle Quijarro se desarrolló en 1981 para fomentar la rehabilitación de las viviendas del centro histórico; los servicios básicos se prestan en colaboración con la Municipalidad – de Potosí. Sin embargo, hay que tener en cuenta que existe una fuerte recesión económica en la región. Se espera que el turismo cultural ayude a brindar apoyo social, económico y educativo.

Mantener el Valor Universal Excepcional del bien en el tiempo requerirá implementar plenamente las medidas de emergencia y otras identificadas por la misión técnica de 2011; finalizar e implementar un Plan Estratégico de Emergencia aprobado, que incluya la racionalización y planificación de la explotación industrial en la zona; desarrollar e implementar las medidas aprobadas para asegurar la estabilidad estructural de la cima de la montaña; modificar el artículo 6 del Decreto Supremo 27787 para detener toda exploración, extracción y cualquier otra intervención bajo y sobre el suelo entre las altitudes de 4,400 m y 4,700 m; completar un análisis y modelado basado en estudios geofísicos recientes para identificar más las anomalías que afectan a la montaña; poner en marcha un sistema de monitoreo; finalizar y presentar un Plan de Manejo participativo para la propiedad; y delimitar una zona de amortiguamiento para la propiedad.

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