Nada se compara con el jugoso sabor de un tomate rojo y maduro recién salido del jardín. Estos deliciosos frutos no sólo tienen un gran sabor, sino que son bastante fáciles de cultivar. Los tomates (Solanum lycopersicum) pueden crecer en una gran variedad de condiciones, a excepción del frío extremo, y no requieren mucho espacio. Hay muchas variedades para elegir según las preferencias individuales y las zonas de rusticidad.
Tipos de tomates
Algunos de los tipos de tomates más comunes son:
- Cereza
- Cultivo principal/media estación
- Roma
- Beefsteak
- Long Keepers
- gusanos del corte
- escarabajos
- áfidos
- gusanos del cuerno
- gusanos de la fruta del tomate
- moscas blancas
Los tomates cereza son fáciles de cultivar y maduran bastante pronto. Estos pequeños bocados del tamaño de un bocado son un gran éxito entre los niños y pueden cultivarse fácilmente en contenedores.
A menudo son los más cultivados en los huertos domésticos, las variedades Main Crop producen una cosecha excepcional durante la mitad de la temporada.
Los tomates Roma, a veces denominados tomates Plum, son generalmente pequeños y alargados. Estos tomates se cultivan normalmente con fines conserveros.
El comúnmente conocido como Beefsteak está considerado como el Big Daddy de los tomates por su gran tamaño, lo que hace que estos vegetales sean perfectos para hacer sándwiches. Sin embargo, este tipo no suele madurar hasta bien entrada la temporada de cultivo.
Muchos tomates amarillos o anaranjados se consideran Long Keepers, ya que normalmente pueden almacenarse durante varios meses siempre que la zona sea fresca y oscura.
Cómo cultivar tomates
Si se dan las condiciones climáticas adecuadas, se pueden cultivar tomates en casi cualquier lugar. El suelo debe estar compuesto por materia orgánica, normalmente en forma de compost, con cantidades suficientes de abono y humedad. Para cultivar tomates, hay que empezar pronto, ya que la mayoría tardan en madurar. Si no está familiarizado con el cultivo de tomates a partir de semillas, puede considerar la posibilidad de comprar las propias plantas; muchas de ellas están ampliamente disponibles en la mayoría de los centros de jardinería y viveros.
Las semillas normalmente tardan de seis a ocho semanas en crecer y deben endurecerse antes de ser trasplantadas al jardín. Pueden iniciarse en una jardinera o en pequeños pisos y luego trasplantarse a pequeñas macetas, vasos de papel con agujeros de drenaje adecuados u otros recipientes una vez que las plántulas sean lo suficientemente robustas. Aclare las plántulas según sea necesario y pellizque las partes superiores para crear plantas más fuertes y robustas. Las distancias de plantación de los tomates suelen depender de la variedad. Las distancias de plantación de los tomates suelen depender de la variedad, y se pueden consultar en los paquetes de semillas o en las directrices de plantación de su zona.
Los tomates no prosperan en condiciones de frío; necesitan una temperatura media de 18ºC o superior para madurar. Por lo tanto, asegúrese de esperar a que pase cualquier amenaza de helada antes de poner sus plantas en el jardín. Los tomates necesitan zonas con pleno sol y también deben tener una protección adecuada contra los vientos fuertes. Para ayudar a que las plántulas de tomate sean más robustas, puedes ponerlas de lado y cubrirlas con tierra. Deje la parte superior expuesta; al cabo de un par de días, las puntas se enderezarán y empezarán a crecer erguidas.
Una vez que las tomateras se vuelvan lo suficientemente robustas, deberá entutorarlas para darles más apoyo. El entutorado de los tomates también facilita la recolección, ya que los frutos son más accesibles al estar alejados del suelo. Los tomates necesitan mucha agua; por lo tanto, para ayudar a retener la humedad, siempre hay que cubrir las tomateras con un mantillo. También debe tener las tomateras situadas en una zona de fácil acceso al agua.
Revise las tomateras a diario en busca de algún producto maduro; recogerlas a menudo fomentará una mayor producción. Una vez que se acerque el final de la temporada de crecimiento, es útil eliminar también cualquier flor para fomentar que los nutrientes lleguen a los frutos existentes. Si todavía tienes abundantes tomates verdes durante este tiempo, sigue adelante y recógelos. Estos pueden ser almacenados en un área cálida y húmeda hasta cuatro semanas, eventualmente madurando y volviéndose rojos.
Los tomates y las plagas
También debe revisar periódicamente sus plantas para asegurarse de que están sanas. Las plantas de tomate emiten una toxina suave que disuade a muchos insectos pequeños de molestarlas, pero las plagas comunes pueden plantear problemas importantes si no se cuidan. Entre ellos se encuentran:
Muchos de estos insectos se pueden eliminar fácilmente a mano o con el uso de sprays de agua jabonosa. Los insecticidas químicos no suelen ser recomendables. Plantar flores con aromas fuertes, como las caléndulas, también puede ayudar a combatir las plagas.
Los problemas de enfermedades suelen ser el resultado de unas condiciones deficientes, como nutrientes, agua, sol o espacio inadecuados; de patógenos como hongos, bacterias o virus; y del clima. Sin embargo, con los cuidados y el mantenimiento adecuados, la mayoría de los problemas pueden superarse fácilmente. Además, si su zona en particular es propensa a ciertos tipos de plagas o enfermedades, elija variedades que estén catalogadas como resistentes.