Los avances en la fisiología muscular sugieren que el perimisio juega un papel en la transmisión de las fuerzas contráctiles laterales. Esta hipótesis está fuertemente apoyada por nuestra reciente demostración de la existencia de «Placas de unión perimisio» en el músculo Flexor carpi radialis bovino Sin embargo, la organización general de la red de colágeno perimisio, así como su continuidad y heterogeneidad, aún no se han descrito en detalle en todo el músculo. Utilizamos una extensión de la técnica estándar de digestión con NaOH y la microscopía electrónica de barrido para analizar la arquitectura del perimisio en el músculo Flexor carpi radialis bovino. En primer lugar, observamos que el perimisio está formado por una red altamente ordenada de fibras de colágeno, que une las miofibras de un tendón a otro. Identificamos estructuras básicas de cables de colágeno, caracterizadas por una porción recta (de 3 cm de longitud) en la dirección de las miofibras y una porción terminal curvada a 60 grados. Estos cables llegan a la superficie de las miofibras a nivel de las «placas de unión perimisio» descritas anteriormente. En un nivel superior de organización, estos cables se adhieren entre sí para formar las paredes de numerosos tubos dispuestos en un patrón de panal superpuesto alrededor de las miofibras. En los extremos de estos tubos, las porciones rectas de los cables de colágeno se ramifican en grandes haces que se unen a los tendones. En conjunto, estas observaciones identifican cuatro niveles de organización en el perimisio: (i) Placas de unión perimisio que constituyen la unión focal entre el perimisio y las miofibras, (ii) plexos de colágeno que unen miofibras adyacentes, (iii) un entramado suelto de grandes fibras entrelazadas, y (iv) tubos en forma de panal que conectan dos tendones. Esta disposición espacial del perimisio apoya la visión de un patrón complejo de transmisión de fuerza lateral de las miofibras a los tendones y a los músculos adyacentes.