La orina tiene un olor característico que, en ocasiones, puede ser mucho más fuerte, sobre todo al levantarnos porque está más concentrada. Sin embargo, si hay mal olor puede estar alertándonos de un problema de salud al que deberíamos poner solución cuanto antes acudiendo al médico.
Quizás, el problema esté en algunas de las siguientes razones.
Cistitis
Según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) la orina con mal olor, acompañada de un color turbio y ganas frecuentes de orinar alerta sobre este tipo de infección urinaria. La única forma de solucionarlo es mediante la toma de antibióticos.
Para prevenir el mal olor derivado de esta infección es conveniente beber agua con frecuencia, no retener la orina durante demasiado tiempo, usar prendas interiores de algodón y orinar después de mantener relaciones sexuales.
Diabetes mellitus mal controlada
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que puede afectar al olor de la orina. Normalmente, se identifica debido a un ligero olor dulce, similar a la fruta fresca, aunque también se puede manifestar con un olor similar al amoniaco.
Cuando esto aparece es conveniente acudir al médico lo antes posible. La diabetes mal controlada puede tener muchas complicaciones, además de derivar en una peligrosa hipoglucemia.
Fístula de la vejiga
Como bien indica el Centro de Información sobre Enfermedades Genéticas y Raras (GARD), la fístula de la vejiga «es una comunicación anormal entre el intestino y la vejiga». Esto puede ser un defecto congénito o adquirirse debido a infecciones, enfermedades intestinales inflamatorias, cáncer, traumatismos, etcétera.
Lo que provoca este tipo de fístula es que los gases o las heces salgan, a veces, junto con la micción causando mal olor. Para resolver esto es necesaria una intervención quirúrgica.
Infecciones de transmisión sexual
Las ITS son otra de las razones por la que la orina puede oler mal debido a que causan uretritis, una infección que afecta a la uretra y que provoca su inflamación. Normalmente, la sintomatología más frecuente suele ser ardor al orinar y la comezón.
No todas las ITS causan uretritis, de hecho, se puede diferenciar entre uretritis gonocócica (gonorrea) y la no gonocócica (clamidia). La secreción uretral que aparece es lo que provoca que la orina tenga un olor más desagradable.
Insuficiencia hepática
La última de las razones más comunes por las que la orina puede oler mal es debido a un problema de insuficiencia hepática. Esto significa que el hígado no puede llevar a cabo sus funciones y si esto no se resuelve pronto puede derivar en un fallo hepático fulminante que puede causar la muerte.
La insuficiencia hepática suele manifestarse a través de un olor de orina fuerte, ojos amarillentos, náuseas, dolor abdominal y pérdida de peso sin ningún motivo aparente.
Por eso, ante cualquier cambio de olor en la micción no dudes en acudir al médico.