¿Qué es la diabetes?
La diabetes mellitus es una enfermedad en la que los niveles de azúcar en la sangre se elevan porque el cuerpo no es capaz de producir suficiente insulina o los tejidos del cuerpo se vuelven resistentes a los efectos de la insulina. Los niveles elevados de azúcar en sangre pueden dañar numerosos sistemas corporales con el tiempo. Esto significa que las personas con diabetes corren un mayor riesgo de padecer una serie de afecciones como problemas de visión, accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos, amputaciones de extremidades e insuficiencia renal.
Existen 3 tipos básicos de diabetes: la diabetes de tipo 1, la diabetes de tipo 2 y la diabetes gestacional. El tipo 1 es una enfermedad en la que las células productoras de insulina del páncreas dejan de funcionar. Suele manifestarse en la infancia, por lo que antes se conocía como diabetes juvenil, pero puede aparecer a cualquier edad. Hasta el descubrimiento de la insulina era una enfermedad mortal. En la actualidad, la diabetes de tipo 1 es controlable y, si se trata de cerca, puede llevar una vida normal y saludable. La diabetes de tipo 2 es la forma más común y suele darse en adultos con sobrepeso u obesidad. Como resultado de la epidemia de obesidad, ahora se observa incluso en adolescentes, y ocasionalmente también en niños. Consiste en que el páncreas produce una cantidad insuficiente de insulina y/o los tejidos del cuerpo se vuelven resistentes a la insulina. Para tratar el tipo 2 se utilizan la pérdida de peso, los medicamentos orales y, posteriormente, las inyecciones de insulina. La HbA1c es un análisis de sangre útil para estimar la calidad del control de la glucemia en los 3 meses anteriores. La diabetes gestacional también implica una resistencia a la insulina, pero sólo se produce durante el embarazo. Puede desaparecer después del embarazo, pero reaparecer en la vida posterior o en futuros embarazos. Puede tener graves consecuencias para el bebé y la madre, y en la actualidad se realizan pruebas de rutina en Australia.
Esta hoja informativa trata principalmente de la diabetes de tipo 2.
El sueño en los diabéticos
Las personas con diabetes a menudo informan de que duermen mal. Esto puede deberse a la sequedad de boca y a la necesidad frecuente de orinar durante la noche, además de la apnea del sueño coexistente. Ocasionalmente, las personas con diabetes que toman insulina (o pastillas de sulfonilurea) pueden sufrir una «hipo» (nivel de azúcar en sangre muy bajo) durante la noche con una elevación de rebote del nivel de azúcar en sangre por la mañana (llamado efecto Somogyi). Otro síntoma común en las personas con diabetes es el letargo/fatiga diurna. Dormir lo suficiente cada noche puede ayudar a controlar este síntoma. A modo de guía, la mayoría de los adultos necesitan dormir entre 7 y 9 horas cada noche (ver Cuánto duerme realmente y Diez consejos para dormir bien).
El sueño insuficiente podría ser un factor de riesgo para desarrollar diabetes
Muchos estudios a gran escala realizados en todo el mundo informan de que no dormir lo suficiente es un factor de riesgo para la aparición de la diabetes. Casi todos estos estudios no han controlado la presencia o ausencia de apnea del sueño.
Algunos estudios de laboratorio a corto plazo han demostrado que la restricción del sueño a 4 horas por noche puede inducir un estado prediabético en personas sanas. Pero no se sabe si esto se convertiría en una diabetes clínica a largo plazo.
Puede que no sea la falta de sueño la causa de esto. Podría ser que las personas que dicen dormir poco estén pasando su tiempo despierto comiendo demasiado, comiendo la comida equivocada, o comiendo a la hora equivocada del día para que su cuerpo sea capaz de procesar esa comida adecuadamente. Esta relación está respaldada por estudios que demuestran que las personas que tienen cantidades inadecuadas de sueño suelen elegir mal los alimentos y pueden buscar alimentos dulces para sentirse más despiertos.
Comer demasiado puede provocar obesidad y eso puede causar diabetes.
Apnea del sueño y diabetes
La apnea del sueño y la diabetes se encuentran juntas con mucha frecuencia. Cuando se diagnostica una afección, la otra podría estar presente en el 50-80% de los pacientes.
Incluso en personas sin diabetes, la presencia de apnea del sueño puede predecir el desarrollo de diabetes en los próximos años.
Aún no se sabe si el tratamiento de la apnea del sueño con presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) en personas sin diabetes puede impedir que desarrollen diabetes.
Los programas eficaces de pérdida de peso en personas con sobrepeso u obesidad ayudarán a aliviar o evitar el desarrollo de ambas afecciones.
Si tiene tanto diabetes como apnea del sueño, el tratamiento de la apnea del sueño con terapias eficaces como la CPAP ayudará a controlar sus síntomas de apnea del sueño. Sin embargo, ensayos clínicos recientes sugieren que la CPAP no controlará su diabetes más allá de los medicamentos eficaces que son específicos para la diabetes y la pérdida de peso. You should continue to use any medications you were prescribed by your doctor and discuss any medication changes with them.
Where can I find out more?
https://www.diabetesaustralia.com.au/
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