El celuloide y sus peligros

El Comité Departamental sobre el Celuloide, nombrado por el Ministro del Interior hace unos quince meses para estudiar las precauciones necesarias en el almacenamiento y uso de esta sustancia, ha publicado recientemente su informe (Cd. 7158, 1913). De este informe se desprende que el producto aceptado como «celuloide» en el informe consiste esencialmente en nitrocelulosa gelatinizada y alcanfor, la proporción de nitrocelulosa suele variar entre el 70 y el 75 por ciento, en los artículos de celuloide ordinario, y entre el 80 y el 90 por ciento, en las películas de kinematografía. Se enciende muy fácilmente y arde con gran rapidez y fiereza; además, en determinadas circunstancias puede arder sin la aplicación directa de la llama. Si se somete a una temperatura moderadamente alta durante algún tiempo, se descompone repentinamente con la evolución de un calor considerable y la emisión de gases inflamables y venenosos, principalmente monóxido de carbono y óxido nítrico, con pequeñas proporciones de ácido cianhídrico. Mezclados con el aire en una cantidad adecuada, los humos desprendidos son altamente explosivos; pero el Comité no encontró ninguna prueba que confirme la opinión de que el celuloide en sí mismo sea susceptible de ignición espontánea a temperaturas ordinarias o que sea explosivo en circunstancias ordinarias.

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