Las infecciones de transmisión sexual (ITS) pueden tener graves consecuencias para la salud reproductiva de las mujeres más allá del impacto inmediato de la propia infección. Esta sensación de riesgo más amplio se ve reforzada por un estudio de 2016 que sugiere que puede haber una relación entre una cepa específica del virus del herpes y la infertilidad.
El VHH-6A, una cepa menos conocida de herpes, estaba presente en el revestimiento uterino del 43% de 30 mujeres que participaron en el estudio, todas ellas con infertilidad inexplicable. Los investigadores sugieren que la respuesta inmunitaria de las mujeres al virus puede hacer que su útero se adapte peor a un óvulo fecundado.
Los virus del herpes han estado implicados en la infertilidad masculina, pero a diferencia de otras ITS como la clamidia y la gonorrea, que están causadas por bacterias y tienen riesgos conocidos para la fertilidad femenina que la FIGO ha destacado anteriormente, actualmente no hay pruebas que sugieran que el virus del herpes simple afecte a la fertilidad en las mujeres. Aun así, las infecciones víricas se han considerado como posibles factores ambientales que contribuyen a la infertilidad y los investigadores señalaron que el HHV-6A no se encuentra en el revestimiento uterino de las mujeres que pueden concebir.
La OMS describe la infertilidad como un problema de salud pública mundial. Se estima que el número de parejas en edad reproductiva afectadas por la infertilidad en todo el mundo oscila entre los 48,5 y los 186 millones, y los datos del Reino Unido sugieren que los casos de fertilidad inexplicable representan alrededor del 25 por ciento de los casos.
FIGO se ha pronunciado sobre la preservación de la fertilidad y el derecho a establecer una familia, así como sobre el creciente reconocimiento de los desafíos de la salud mental materna. La infertilidad es una parte a menudo poco reconocida de este espectro, y puede tener un fuerte impacto negativo en la salud de las mujeres, lo que lleva a la vergüenza, la ansiedad, la depresión y la culpa.
Aunque se han hecho avances en las Terapias de Reproducción Asistida en las últimas décadas, los tratamientos de fertilidad siguen siendo inaccesibles para muchos debido al alto costo y la provisión desigual. La OMS y otros organismos han pedido que se sigan investigando tratamientos de fertilidad seguros, eficaces y asequibles para todas las mujeres.
Las medidas para hacer frente a la infertilidad y capacitar a las mujeres para que se protejan contra las ITS forman parte de un compromiso mundial más amplio para hacer realidad la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Las mujeres deben tener el derecho y la capacidad de elegir un sexo seguro y decidir si quieren tener hijos y cuándo, y una buena salud sexual es un componente importante. La FIGO, con nuestras 132 Sociedades Nacionales Miembro, tiene un papel fundamental en el apoyo a enfoques informados, seguros y responsables.