Nueva York, NY (20 de enero de 1999) – Es posible que haya oído informes contradictorios sobre si restringir la sal en su dieta puede ayudar a reducir su presión arterial si es elevada, o reducir el riesgo de desarrollar presión arterial alta si es normal. Los informes indicaban que un exceso de sal puede alterar el equilibrio de líquidos de su cuerpo, y eso puede provocar una presión arterial alta.
En los últimos años, sin embargo, los científicos médicos han aprendido que algunas personas son sensibles a la sal mientras que otras no lo son, y que la sensibilidad a la sal puede estar determinada por sus genes. Algún día será posible realizar una sencilla prueba para averiguar quién es genéticamente sensible a la sal, pero hasta entonces, los médicos coinciden en que reducir la sal en la dieta es una buena medida para la mayoría de las personas. Eso no sólo significa no abusar del salero. También hay que aprender a leer las etiquetas de los alimentos para comprobar su contenido en sodio. Se calcula que el 75% de la sal de nuestra dieta procede de los alimentos procesados y de los productos de panadería. Estos son algunos consejos para ayudarle a reducir la cantidad de sal en su dieta:
- Limite su consumo de alimentos procesados, como embutidos, cenas congeladas y sopas, guisos y chile enlatados.
- Limite los alimentos de aperitivo como pretzels, patatas fritas, galletas saladas, encurtidos y aceitunas.
- Lea las etiquetas de los alimentos. Incluso los alimentos que no saben a sal, como las galletas, los pasteles, los caramelos y los refrescos, pueden tener un alto contenido en sal.
- La presión arterial alta es una de las principales causas de complicaciones como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades renales. Para obtener más información y un folleto gratuito sobre la presión arterial alta y los riñones, póngase en contacto con la Fundación Nacional del Riñón en el teléfono (800) 622-9010.