Los granitos son de los problemas de la piel más comunes en el mundo. Afecta a cerca de 98% de los adolescentes y es probable que sea más frecuente entre los 15 y 17 años de edad. Aunque también puede continuar por años ya que 12% de los adultos, principalmente mujeres, sufren del mismo.
La causa más común de este padecimiento son los cambios hormonales. Por eso se desarrolla en la pubertad, cuando el organismo comienza a producir hormonas sexuales.
Y es que nuestra piel tiene miles de folículos pilosos microscópicos y en cada uno de ellos hay una glándula sebácea que produce una sustancia grasosa, el sebo o grasa cutánea, la cual ayuda a proteger nuestra piel de la luz solar, de la pérdida de fluidos y el desarrollo de bacterias.
Las hormonas provocan un aumento en la producción de sebo y esta secreción excesiva de grasa, junto con las células muertas de la epidermis, bloquean el folículo piloso provocando su inflamación y la formación de una espinilla, barro, o grano.
Y los granitos aparecen principalmente en zonas de la piel donde hay una mayor densidad de folículos sebáceos, como cara, cuello, pecho y espalda.
Las espinillas son conocidas popularmente como puntos negros. Los comedones abiertos o espinillas, son lesiones planas o algo elevadas, con una coloración cutánea normal que se caracteriza por tener un orificio central donde se acumula un material graso de coloración oscura (prácticamente negra).
La formación de los puntos negros tiene lugar cuando el conducto del poro se rellena de secreción sebácea y queratina, que en contacto con el medio ambiente se termina oxidando y adquiere ese color oscuro.
Es importante diferenciar que los comedones abiertos o espinillas son distintos de los comedones cerrados. Además del color, se diferencian por las zonas donde suelen aparecer. Las espinillas o puntos negros se localizan casi siempre en la cara (nariz y barbilla, especialmente) y los blancos pueden formarse en muchas otras áreas del cuerpo como la espalda o el pecho.
Las espinillas no son como tal un problema dermatológico, aunque son incómodas estéticamente hablando. Sin embargo, los cerrados se consideran más importantes desde el punto de vista de la enfermedad cutánea porque son los precursores de las lesiones de acné.
No hay pieles más propensas que otras a sufrir espinillas o puntos negros. Cualquier persona puede tenerlo porque no existe una relación directa entre el tipo de piel y tales lesiones. Las pieles normales, mixtas y secas, también tienen puntos negros porque éstos nada tienen que ver con la seborrea propia de las pieles grasas.
La razón del tratamiento de las espinillas es casi siempre por motivos cosméticos. Cuando alguien decide quitarlas, lo mejor es usar un producto o medicamento adecuado para su piel como Asepxia Carbón Detox.