Espondilosis cervical con mielopatía

La espondilosis cervical con mielopatía cervical, comúnmente conocida como mielopatía cervical espondilótica (MEC), se refiere al deterioro de la función de la médula espinal causado por los cambios degenerativos de los discos y las articulaciones facetarias de la columna cervical (cuello).

Ver Espondilosis: Qué significa realmente

En casos graves, la espondilosis puede causar mielopatía, que es la compresión de la médula espinal que provoca déficits neurológicos. Ver: Animación de la espondilosis cervical con mielopatía

Esta afección es el trastorno más común que causa disfunción de la médula espinal (conocida como mielopatía) y resulta de la compresión de la médula espinal.

La mayoría de los pacientes con esta afección son mayores de 50 años, pero la edad de inicio es variable dependiendo del grado de estrechamiento congénito del canal espinal.

El proceso que conduce a la compresión de la médula espinal es el resultado de la artritis en el cuello (también llamada espondilosis cervical o enfermedad articular degenerativa), que no se comprende del todo y probablemente tiene varias causas.

Ver Osteoartritis cervical (artritis del cuello)

Factores que conducen a la espondilosis cervical con mielopatía

Los factores que se cree que contribuyen al desarrollo de la espondilosis cervical con mielopatía incluyen:

  • Cambios normales de los discos intervertebrales dependientes de la edad, que se manifiestan más comúnmente como osteofitos cervicales (espolones óseos) en los márgenes de las vértebras

    Ver Osteofitos cervicales: Síntomas y Diagnóstico

  • Artritis en el cuello que conduce a la hipertrofia facetaria (agrandamiento de las articulaciones facetarias)
  • Engrosamiento de los ligamentos que rodean el canal espinal, especialmente el ligamentum flavum, que es paralelo a la pérdida de altura del disco
  • Instabilidad mecánica translacional que da lugar a la subluxación (o dislocación parcial) de los cuerpos vertebrales
  • Ver Subluxación y Quiropráctica
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  • Canal espinal congestionado y pequeño, lo que hace que la médula espinal del paciente sea más susceptible a la compresión
  • Desgaste y/o traumatismos repetitivos que conducen a cambios degenerativos que afectan a los espacios discales y a las placas terminales vertebrales
  • Estos cambios en la columna cervical producen un estrechamiento del propio canal espinal, lo que conduce a un engrosamiento del ligamento longitudinal posterior y a la formación de espolones óseos (osteofitos) que comprimen la médula espinal, más comúnmente en los niveles C4-C7. El resultado final es la compresión crónica de la médula espinal y de las raíces nerviosas, lo que provoca una alteración del flujo sanguíneo y un déficit neurológico que da lugar a un daño franco dentro de la propia médula espinal.

    Una afección relacionada que se aprecia con mayor frecuencia es la osificación del ligamento longitudinal posterior (LPO), que también puede dar lugar a una compresión crónica de la médula espinal.

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