Todo el mundo sabe que fumar es malo para ti, pero ¿sabías que puede provocar diabetes tipo 2? Y si tienes diabetes, fumar puede empeorarla mucho. Aprenda cómo están conectados y por qué dejar de fumar es una de las mejores cosas que puede hacer por su salud.
Cómo fumar puede conducir a la diabetes tipo 2
- La insulina ayuda a que el azúcar en la sangre entre en las células, pero la nicotina cambia las células para que no respondan a la insulina, lo que aumenta los niveles de azúcar en la sangre.
- Las sustancias químicas de los cigarrillos dañan las células de su cuerpo y causan inflamación. Esto también hace que las células dejen de responder a la insulina.
- Las personas que fuman tienen un mayor riesgo de tener grasa en el vientre, lo que aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2 aunque no tengan sobrepeso.
- En 20 minutos, su ritmo cardíaco y su presión arterial descienden.
- En 12 horas, el monóxido de carbono (un gas tóxico procedente del humo del cigarrillo) en su sangre se normaliza.
- En 2 semanas a 3 meses, su circulación y su función pulmonar mejoran.
- En un año, su riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca es la mitad que el de alguien que sigue fumando.
En total, si fumas, tienes entre un 30% y un 40% más de posibilidades de padecer diabetes tipo 2 que las personas que no fuman. Cuanto más fumes, mayor será tu riesgo.
Si tienes diabetes
Dejar el hábito es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu salud.
Controlar la diabetes es un reto, y fumar puede hacerlo aún más. La nicotina aumenta los niveles de azúcar en sangre y los hace más difíciles de manejar. Las personas con diabetes que fuman suelen necesitar mayores dosis de insulina para mantener su nivel de azúcar en sangre cerca de los niveles deseados.
La diabetes provoca graves complicaciones de salud como enfermedades cardíacas, insuficiencia renal, ceguera y daños en los nervios que pueden llevar a la amputación (extirpación mediante cirugía) de un dedo, un pie o una pierna. Si tiene diabetes y fuma, tiene más probabilidades de sufrir complicaciones -y peores- que las personas que tienen diabetes y no fuman.
Las enfermedades del corazón merecen una atención especial. Es la principal causa de muerte en los Estados Unidos, y tanto el tabaquismo como la diabetes aumentan su riesgo. Con el tiempo, el alto nivel de azúcar en la sangre debido a la diabetes puede dañar los vasos sanguíneos, así como los nervios dentro y alrededor del corazón. El tabaquismo también puede dañar los vasos sanguíneos al aumentar la placa (una sustancia grasa y cerosa que se acumula en las paredes de las arterias).
¿Está listo para que lo inspiren? Revise estas persuasivas historias de exfumadores, que forman parte de la campaña Consejos de exfumadores® de los CDC.
Deje de fumar para siempre
No importa cuánto tiempo haya fumado -o cuánto-, dejar de fumar le ayudará a estar más sano. En cuanto deja de fumar, su cuerpo empieza a curarse a sí mismo:
Dejar de fumar también ayuda a su cuerpo a utilizar mejor la insulina, lo que puede hacer que sus niveles de azúcar en sangre sean más fáciles de controlar.
Cambios en el nivel de azúcar en sangre
Si tiene diabetes, es posible que tenga que comprobar su nivel de azúcar en sangre más a menudo después de dejar de fumar porque sus niveles pueden bajar. No necesitará comprobarlo tan a menudo después de que su cuerpo se adapte a no fumar.
Los productos de sustitución de la nicotina, como los chicles, los parches y las pastillas, son algunas de las mejores herramientas para ayudarle a dejar de fumar: pueden duplicar sus posibilidades de dejar de fumar para siempre. Los productos con nicotina aumentan el nivel de azúcar en la sangre, así que asegúrese de hablar con su médico sobre su uso si tiene diabetes.
Ayuda para dejar de fumar
No se rinda si no es capaz de dejar de fumar en su primer intento. Y no seas demasiado duro contigo mismo si tienes un desliz. Pueden ser necesarios varios intentos hasta que deje de fumar definitivamente (aunque algunas personas lo dejan a la primera). Y no tiene que hacerlo solo: pida apoyo a sus amigos y familiares, pruebe la aplicación gratuita quitSTART y obtenga asesoramiento gratuito para ayudarle a dejar de fumar llamando al 1-800-QUIT-NOW (1-800-784-8669; también disponible en español y en varios idiomas asiáticos). Y visite el sitio web I’m Ready to Quit! para obtener una gran cantidad de recursos en línea a los que puede acceder de inmediato.