Figuras históricas
CON EL NOMBRE DE HARRISON
William Henry Harrison fue el noveno presidente de Estados Unidos, ocupando el cargo durante sólo un mes, desde el 4 de marzo hasta su muerte el 4 de abril de 1841. Harrison se dio a conocer como el héroe de la Batalla de Tippecanoe contra los indios americanos que luchaban contra la expansión americana en el territorio de Indiana (¿se les puede culpar?). En aquella época, Harrison era muy apreciado por sus acciones y dirigió su campaña con el famoso eslogan «Tippecanoe y Tyler, también». Harrison tiene además otras dos distinciones: fue el último presidente nacido como súbdito británico y fue el primer presidente que murió en el cargo. Irónicamente, Harrison contrajo una neumonía durante su discurso de investidura, de dos horas de duración, en un frío día de invierno de enero (su primera dama, Anna, no asistió). William es un nombre de origen germánico y significa «protector valiente» (¡debería haberse protegido de ese frío!) Harrison es también un nombre de pila masculino bastante común en Estados Unidos.
Benjamin Harrison fue el 23º presidente de los Estados Unidos. Republicano, ocupó el cargo entre 1889 y 1893. Ganó la presidencia a través del voto electoral (Grover Cleveland había ganado el voto popular). Conocido como el «presidente del dinero», Harrison es recordado sobre todo por la promulgación del Arancel McKinley, que pretendía proteger al trabajador estadounidense y a las empresas imponiendo un elevado impuesto a las importaciones extranjeras. El tiro le salió por la culata, ya que los bienes de consumo se dispararon cuando los países extranjeros se negaron a exportar productos a EE.UU. y las empresas estadounidenses formaron monopolios. Los votantes se rebelaron y Harrison fue un presidente de un solo mandato. Siendo él mismo un veterano de la Guerra Civil, Harrison también instituyó una pensión para los veteranos que casi llevó al país a la bancarrota. Harrison era también nieto del noveno presidente de Estados Unidos, William Henry Harrison. Aunque no se le considera uno de los presidentes más distinguidos, los historiadores están echando un segundo vistazo. Sobre todo a la política exterior de Benjamin Harrison y a su intrepidez y activismo en los asuntos internacionales, que acabaría inspirando a Theodore Roosevelt.
William Harrison fue el noveno presidente de Estados Unidos, el último presidente nacido como súbdito británico, el presidente de mayor edad en ser elegido a los 68 años (hasta Ronald Reagan), el presidente con el mandato más corto (un mes) y el primero en morir en el cargo. Elegido en 1840, Harrison hizo campaña bajo el lema «¡Tippecanoe & Tyler, también!» para recordar a los estadounidenses sus proezas militares contra los indios americanos en la batalla de Tippecanoe (1811). También es conocido por tener el discurso inaugural más largo de la historia (¡más de dos horas!). El hecho de permanecer tanto tiempo en el frío de la costa este durante su toma de posesión hizo que Harrison contrajera una neumonía, de la que moriría 32 días después. Fue la primera vez en la historia de Estados Unidos que se puso en marcha la sucesión presidencial, y el vicepresidente John Tyler asumiría el cargo.
Benjamin Harrison fue el 23º presidente de los Estados Unidos. Republicano, ocupó el cargo entre 1889 y 1893. Ganó la presidencia a través del voto electoral (Grover Cleveland había ganado el voto popular). Conocido como el «presidente del dinero», Harrison es recordado sobre todo por la promulgación del Arancel McKinley, que pretendía proteger al trabajador estadounidense y a las empresas imponiendo un elevado impuesto a las importaciones extranjeras. El tiro le salió por la culata, ya que los bienes de consumo se dispararon cuando los países extranjeros se negaron a exportar productos a EE.UU. y las empresas estadounidenses formaron monopolios. Los votantes se rebelaron y Harrison fue un presidente de un solo mandato. Siendo él mismo un veterano de la Guerra Civil, Harrison también instituyó una pensión para los veteranos que casi llevó al país a la bancarrota. Harrison era también nieto del noveno presidente de Estados Unidos, William Henry Harrison. Aunque no se le considera uno de los presidentes más distinguidos, los historiadores están echando un segundo vistazo. Especialmente a la política exterior de Benjamin Harrison y a su intrepidez y activismo en los asuntos internacionales, que acabaría inspirando a Theodore Roosevelt.