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La gratitud está relacionada con muchos beneficios físicos, sociales y emocionales y es una habilidad importante para fomentar con los niños y jóvenes. Sin embargo, a la hora de elegir una acción para hacerlo, las investigaciones indican que si la actividad es forzada o se siente como una tarea, no es un buen partido. El resultado no es auténtico y los resultados no alcanzan los beneficios potenciales que ofrece experimentar la gratitud. Las actividades de gratitud más efectivas son las que se centran en los intereses y los puntos fuertes de los niños.

Inspírate en las siguientes ocho actividades que han sido recopiladas a partir de la investigación y promovidas por los líderes del pensamiento de la gratitud. Utilícelas para encontrar una combinación para los niños que le interesan.

  1. Descubra y utilice las fortalezas

Ayude a los niños a encontrar lo que les importa y las actividades que les hacen sentirse fuertes y comprometidos. Utilice estas fortalezas como base para las actividades de gratitud. Los niños se sentirán bien ayudando/entreteniendo/conectando con otros cuando la actividad se alinea con lo que les hace sentir bien con ellos mismos.

  1. Proyectos fotográficos o artísticos de gratitud

Inspírate en esta idea de plan de clase para animar a los niños (y a ti mismo) a identificar y expresar visualmente las cosas por las que están agradecidos. Un poderoso final para este proyecto es reunir las fotos/arte en un libro, una presentación de diapositivas o un collage.

  1. Tres cosas buenas

Esta actividad ha demostrado en estudios de investigación que cultiva sentimientos de bienestar. Los estudios describen las «cosas buenas» como eventos o interacciones que «fueron bien». Identificar y hablar de las «3 cosas buenas» puede hacerse de varias maneras. Comparta por turnos alrededor de la mesa, escriba 3 cosas buenas al comienzo de la semana, aporte 3 cosas buenas a un tarro de gratitud o introduzca 3 cosas buenas en una aplicación. Adapta esta actividad para que se ajuste a tu situación.

  1. Haz una cadena de papel de la gratitud

En trozos de cartulina, escribe (o haz que los alumnos escriban) las cosas por las que están agradecidos. Grapa los trozos formando bucles entrelazados para conectarlos entre sí. La cadena podría hacerse con un aula, un colegio o ser cadenas individuales que comprendan las muchas cosas por las que un niño está agradecido.

  1. Círculo de gratitud

Esta actividad grupal se realiza sentados en círculo. Cada alumno se turna para compartir lo que agradece.

  1. Organiza una fiesta de gratitud

Ve más allá de decir «gracias» e invita a las personas a tu clase o a tu casa para honrarlas y celebrarlas. Se ha demostrado que expresar la gratitud directamente a las personas aumenta y extiende los beneficios. En el ámbito escolar, los resultados han indicado un aumento de los sentimientos positivos hacia la escuela.

  1. Diálogo en grupo sobre la gratitud

Utilice citas y preguntas para inspirar una conversación centrada en la gratitud. Un estudio demostró que educar a los niños sobre las «valoraciones de beneficios» entre los 8 y 11 años estaba vinculado a una mayor capacidad para comprender las emociones y tomar la perspectiva de los demás.

  1. Escribir sobre la gratitud – Diarios & Cartas

Utilizado de forma esporádica puede ser una actividad eficaz para los niños y jóvenes que disfrutan escribiendo en un diario. La investigación sugiere, sin embargo, que tanto forzar esta actividad como hacerla demasiado (por ejemplo, a diario) anulará los beneficios. Por otro lado, escribir cartas a alguien expresando su gratitud es un enfoque alternativo que da a los niños y jóvenes más opciones en la actividad. Prueba Thnx4 en línea, un diario de gratitud de 3 semanas que se puede compartir, creado por el Greater Good Science Center.

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