Imagina este escenario: Has quedado con un amigo para cenar, pero te avisa de que va a llegar 10 o 15 minutos tarde.
A veces, es algo que se perdona; pueden pasar cosas. Pero si conoces a alguien que llega tarde de forma crónica, esto puede empezar a tener rápidamente un impacto en tu relación con ellos.
Rana Khan, una psicoterapeuta registrada con sede en Toronto, dice que hay un montón de razones por las que la gente cae en este hábito. Dice que la gente a menudo culpa a la pereza o a la falta de motivación cuando se trata de llegar tarde, pero Khan dice que esto a menudo no es el problema.
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«En realidad, la pereza y la falta de motivación es una respuesta al verdadero culpable, que es la evitación», dice a Global News. «La evitación surge del miedo. El miedo es una emoción poderosa y es una emoción que nos resulta familiar a muchos de nosotros.»
Cuando impacta en tus relaciones
Khan dice que si alguien en tu vida siempre llega tarde, la comunicación es clave.
«Podrías decir: ‘He estado notando que a menudo llegas tarde, ¿hay algo que pueda hacer para ayudar?», dijo. «Tal vez esté ocurriendo algo en su vida que añada contexto a por qué siempre llega tarde»
Esta persona podría estar cuidando a su familia, estar luchando con su salud mental o física, o tener muy poco control sobre su propia vida y lo que ocurre.
«Pienso en mi propia infancia y reconozco cómo en mi hogar sudasiático tardaba una eternidad en salir de casa porque tenía que despedirme de mis abuelos, de mis padres… Tenía que decirles a todos ellos a dónde iba, cuándo volvería, con quién iba… Todas esas cosas estaban fuera de mi control.»
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Una vez que llegues a la raíz de por qué alguien siempre llega tarde (o qué podría estar evitando o temiendo), cambiará el tono de la conversación.
«Tu probabilidad de hacer algún daño y de ser recibido a la defensiva disminuye cuando te acercas a alguien con cuidado y compasión.»
Susan Krauss Whitbourne, profesora emérita de ciencias psicológicas y del cerebro en la Universidad de Massachusetts Amherst, dice a Global News que cuando no te das cuenta de lo que puede suponer llegar tarde a una relación, puede perjudicar a ambos en el futuro.
«Incluso si tu pareja es comprensiva, las otras personas que esperan que llegues a tiempo se irritarán, si no se enfadan directamente», dijo. «Si estás en el extremo receptor, tienes que encontrar una manera de comunicar a tu pareja cómo la impuntualidad está causando problemas.»
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Recomienda trabajar con tu pareja para ayudarle a través de algunos de esos consejos: gritarle no funcionará.
Radhika Kowtha-Rao aún recuerda cómo la trataron cuando una vez llegó tarde a recoger a su hijo.
Su hija estaba en un programa de las Girl Scouts y justo antes de salir a recogerla, Kowtha-Rao se dio cuenta de que su perro había desaparecido de su casa.
Cuando llegó con el coche, su hija, su amiga y la madre de ésta seguían esperando fuera. Se disculpó y le explicó a la madre por qué llegaba tarde.
«Se acercó a mi ventanilla, me miró fijamente y me dijo: ‘Llegas tarde y no me gusta. Esto es muy grosero por tu parte, Radhika», recordó. «Me sentí dolida y triste, y hasta el día de hoy, aunque intercambiamos cumplidos en lugares comunes, sigue siendo fría conmigo.»
¿Puede ser algo cultural?
Hay algunas frases como «La hora de la India» o «La hora de la isla», en definitiva, la idea de que las personas de ciertos orígenes culturales son más propensas a llegar tarde.
En la experiencia de Kowtha-Rao como mujer india, no es raro que la gente llegue tarde.
«No se espera que nadie sea puntual. Nadie llega a tiempo», explicó. «Nadie se preocupa tanto y todo es una gran estructura suelta»
Por supuesto, esto no quiere decir que todos los sudasiáticos lleguen tarde siempre o que no se molesten porque otros lleguen tarde, pero Krauss Whitbourne añadió que nuestra propia cultura o educación puede afectar a cómo nos comportamos en torno al tiempo.
Si estás acostumbrado a llegar tarde a reuniones o eventos familiares, por ejemplo, y no está mal visto, puede ser difícil entender por qué llegar tarde a una reunión no familiar es un gran problema.
«El problema surge cuando tu propio origen cultural, o subcultural, no encaja con las normas de tu lugar de trabajo o incluso de tus relaciones», dijo.
Cómo acabar con el hábito de la impuntualidad
Khan afirma que llegar tarde siempre se convierte en un hábito cuando se sabe que no hay consecuencias por la impuntualidad.
«Si… te sorprendes a ti mismo sintiendo que puedes salirte con la tuya con la impuntualidad, puedes estar en camino de formular un hábito», dijo.
Para hacer frente a este hábito -si es algo más que ser perezoso- dice que es importante entender tus miedos.
«A menudo, lo que el miedo necesita es más información, necesita claridad y necesita algún tipo de control»
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Identifica por qué siempre llegas tarde, pregúntate cómo puedes controlar la situación y supervisa y evalúa lo tarde que llegas cuando tienes que reunirte con otros.
Krauss Whitbourne está de acuerdo, y añade que es importante notar un patrón, pero también recompensarse cuando se llega a tiempo.
«Dígase a sí mismo que la hora o la fecha real es antes de lo que se requiere y establezca recordatorios en su teléfono con mucha antelación», dijo.
Programa plazos realistas para completar tus tareas, ya sea para prepararte por la mañana o para terminar un gran proyecto, añadió.
«Comprueba los tiempos reales de conducción para llegar a los lugares un día antes de un evento para tener en cuenta las horas punta al planificar tu ruta».