Los cinco elementos del DOTS

El DOTS sigue siendo el núcleo de la Estrategia Alto a la Tuberculosis. Aquí se describen y discuten los
componentes básicos del DOTS.

Compromiso político con una financiación mayor y sostenida

Un compromiso político claro y sostenido por parte de los gobiernos nacionales es crucial para que el DOTS básico y la Estrategia Alto a la Tuberculosis se apliquen de forma efectiva. El compromiso político es necesario para fomentar las asociaciones nacionales e internacionales, que deben estar vinculadas a los planes de acción estratégicos a largo plazo preparados por los PNCT. Los planes de acción estratégicos deben abordar los requisitos técnicos y financieros y promover la responsabilidad por los resultados en todos los niveles del sistema de salud; deben incluir indicadores relacionados con la TB y otros relevantes, y -cuando sea apropiado- el compromiso político debe estar respaldado por la legislación nacional.1 Las asociaciones locales con muchos contribuyentes potenciales ayudarán a mejorar la atención de la TB en términos de acceso, equidad y calidad.

Es esencial una financiación adecuada. Los recursos actuales son inadecuados y se requiere un mayor esfuerzo para movilizar recursos adicionales de fuentes nacionales e internacionales, con un aumento progresivo de la financiación nacional. La financiación mundial y los recursos de las asociaciones que ahora están disponibles para la reducción de la pobreza, la mejora de los sistemas de salud y el control de la enfermedad ofrecen nuevas oportunidades para los programas de control de la tuberculosis. Incluso con una financiación adecuada, las deficiencias críticas en los recursos humanos del sector sanitario impedirán el progreso en muchos países de ingresos bajos y medios, especialmente en África. Se necesita un compromiso político para apoyar los cambios estructurales y financieros generales necesarios para mejorar la disponibilidad, la distribución y la motivación de los trabajadores sanitarios competentes. Se necesitarán esfuerzos especiales, incluida una buena planificación estratégica, para garantizar la disponibilidad de recursos humanos adecuados y competentes para la atención sanitaria en general y la de la tuberculosis en particular 2, 3.

1 Pinet G. Good practice in legislation and regulations for TB control: an indicator of political will. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2001 WHO/CDS/TB/2001.290) –

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