Manejo y tratamiento
¿Cómo se trata el pie de Charcot?
Un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden prevenir más daños y evitar deformidades y otras complicaciones. El tratamiento tiene tres objetivos: quitar el peso del pie, tratar la enfermedad ósea (normalmente con escayola; a veces se utilizan bifosfonatos y otros suplementos) y prevenir nuevas fracturas del pie.
Tratamiento no quirúrgico
El primer y más importante tratamiento es el reposo o quitar el peso del pie afectado (también llamado «descarga»). En la fase inicial del pie de Charcot, la descarga ayuda a prevenir la inflamación e impide que la afección empeore y evita la deformidad. La carga protegida (caminar con una bota) en etapas posteriores puede prevenir complicaciones de la deformidad existente y evitar nuevas deformidades.
La descarga puede implicar la colocación del pie en una escayola, que lo protege y evita que se mueva. El paciente suele llevar una serie de yesos o un andador de yeso extraíble durante un total de 8 a 12 semanas. Se utilizan muletas, un andador para la rodilla o una silla de ruedas para evitar poner peso en el pie afectado. La escayola se cambia varias veces a medida que baja la hinchazón del pie. La escayola permanece en el pie hasta que se resuelven el enrojecimiento, la hinchazón y el calor.
Una vez retirada la escayola, el paciente recibe una prescripción de calzado. El calzado ortopédico prescrito se ajusta adecuadamente al pie y alivia los puntos de presión para evitar que se repitan las lesiones y las úlceras. Un dispositivo comúnmente utilizado es un andador ortopédico de Charcot (CROW). El médico también puede recomendar cambios en la actividad del paciente para evitar más traumatismos en los pies.
Tratamiento quirúrgico
La cirugía se recomienda para aquellos pacientes que tienen deformidades severas del tobillo y del pie que son inestables y tienen un alto riesgo de desarrollar una úlcera en el pie. Además, si la deformidad dificulta el uso de aparatos ortopédicos y ortesis, la cirugía puede estar indicada. Después de la cirugía, el paciente tendrá que evitar poner todo su peso sobre el pie de Charcot durante un periodo de tiempo prolongado.
Todas las personas con pie de Charcot deben dedicarse a usar calzado protector y a tener un cuidado extra de sus pies durante el resto de su vida. La educación del paciente y de los miembros de su familia sobre el cuidado preventivo de los pies y los signos a los que hay que prestar atención es una parte importante de la prevención de futuros problemas.
¿Cuáles son las complicaciones del pie de Charcot?
La deformidad en cualquier parte del pie o del tobillo puede causar úlceras en la piel por la presión del hueso contra el zapato o el suelo. Cuando el pie de Charcot afecta al tobillo, la articulación puede volverse inestable o «floja» porque el tejido ha sustituido al hueso en la articulación. Este llamado «pie flojo» también puede causar úlceras.
Las úlceras suelen ser difíciles de curar debido a las complicaciones de la diabetes, la mala circulación en los pies, el estar de pie durante mucho tiempo y el desarrollo de infecciones. Una úlcera infectada que no se cura puede poner en peligro la extremidad e incluso provocar la amputación del pie o incluso de la pierna.