Una sesión de temblores idiopáticos de la cabeza vista en un Bulldog generalmente dura tres minutos completos. No hay reacciones duraderas después de una convulsión. Lamentablemente, esta condición no responde a los típicos medicamentos anticonvulsivos. Los veterinarios afirman que, a medida que el perro envejece, los episodios se reducen y generalmente desaparecen por completo. El tratamiento de los temblores idiopáticos de la cabeza consiste en intentar que el perro se concentre en un juguete querido o en otro objeto familiar hasta que pase el ataque. Dado que los temblores idiopáticos de la cabeza pueden ser síntoma de otras dolencias más graves, es importante consultar a su veterinario a la primera señal de esta afección. Estos episodios pueden indicar la presencia de otras enfermedades que alteran la vida, como la epilepsia, tumores cancerosos del cerebro u otras dolencias del sistema nervioso. Se han identificado ciertos factores desencadenantes de este tipo de convulsiones. Los investigadores informan de que los episodios se observan con mayor frecuencia en respuesta a estímulos externos como la comida, los medicamentos o los preventivos contra pulgas y garrapatas. Las hembras en pleno ciclo de celo corren más riesgo de sufrir este comportamiento similar a las convulsiones, al igual que los perros que acaban de realizar una actividad rigurosa.
Muchos perros sacuden la cabeza como señal de que están experimentando algún tipo de irritación. Hay muchos problemas diferentes que podrían estar causando que su perro intente sacudir su dolor. Entre los principales culpables se encuentran las lesiones o infecciones del oído, una caída que provoque un golpe en la cabeza o problemas de equilibrio afectados por el mal funcionamiento del oído interno. Si sospecha que su Bulldog está sufriendo una infección de oído, hay varias pistas que le ayudarán a discernir si este es realmente el caso. Los perros con infecciones de oído generalmente muestran una acumulación de cera negra dentro del oído externo. Esta cera es extremadamente nociva y, dependiendo del origen de las bacterias, puede recordar mucho a la levadura en fermentación. La cera no sólo invade el oído externo, sino que también se encuentra en lo más profundo del canal auditivo. El tratamiento consiste en antibióticos y la limpieza adecuada del oído sobre una base diaria hasta que la infección se resuelve adecuadamente. Si cree que las sacudidas de cabeza de su Bulldog pueden deberse a una infección de oído, es importante que lo lleve al veterinario lo antes posible. Es fundamental que nunca introduzca un instrumento en el canal auditivo de su perro. Es más profundo y más curvado de lo que se cree. Si se perfora el tímpano, es increíblemente doloroso para su perro. Es mejor dejar cualquier tratamiento hasta que su veterinario pueda evaluar adecuadamente la condición y enseñarle el método adecuado para la limpieza del oído.