El olor único de la ropa limpia es tan querido y calmante que hay un número de productos en el mercado hoy en día que lo imitan, desde velas hasta sprays para habitaciones. Por desgracia, hay un olor asociado a la ropa sucia que nadie intenta imitar, y es el de una lavadora mohosa. Si alguna vez se ha preguntado: «¿Por qué huele mal mi lavadora?», no es el único. La buena noticia es que este problema tan común puede resolverse y prevenirse fácilmente con unos sencillos pasos.
Causa y efecto
Una de las preguntas más frecuentes que recibimos de nuestros clientes aquí en Mr. Appliance® es «¿Por qué huele mal mi lavadora?». Ese olor desagradable es típicamente causado por el crecimiento de microorganismos dentro del tambor o las juntas de su lavadora de carga frontal o de alta eficiencia. El ambiente caliente y húmedo creado por el ciclo de lavado, junto con la presencia de restos de detergente o suavizante, es el hogar ideal para el moho y las bacterias. Sin un tiempo de secado adecuado, esta materia orgánica continuará descomponiéndose, dando lugar a un olor detectable dentro y alrededor de la máquina que puede extenderse fácilmente a su ropa, y en casos más extremos, puede incluso viajar por toda su casa.
Consejos y trucos para eliminar el olor de la lavadora
Ponga el calor
En un esfuerzo por ahorrar dinero en el coste de la energía puede tener la tentación de utilizar el ajuste de agua fría para la mayor parte de su ropa, pero es importante poner la última carga del día en agua caliente para ayudar a eliminar cualquier residuo existente.
Use los productos adecuados
Si tiene una máquina de carga frontal es importante utilizar el detergente adecuado. Los que están formulados para su uso en las máquinas de alta eficiencia de hoy en día producen menos espuma, lo que resulta en menos película que queda al final de cada ciclo.
Aumentar la circulación
El flujo de aire adecuado es necesario para ayudar a secar los componentes interiores de su lavadora. Retire rápidamente su ropa al final del ciclo de lavado, y asegúrese de dejar la puerta abierta al final de cada carga para permitir que la humedad residual se disipe. Para una mayor protección, considere la posibilidad de instalar un extractor o deshumidificador en su cuarto de lavado para acelerar el proceso de secado.
Limpie su máquina
Ya sea que decida incluir su cuarto de lavado como parte de su servicio de limpieza profesional u opte por hacerlo usted mismo, es importante limpiar tanto la lavadora como la secadora de forma regular. Hay una serie de remedios caseros y comerciales en el mercado para ayudar a hacer esta tarea una brisa, incluyendo:
- Bicarbonato de sodio – Disuelva un cuarto de taza de bicarbonato de sodio en un cuarto de taza de agua y vierta la solución en el dispensador de jabón de su máquina.
- Vinagre – A continuación, agregue dos tazas de vinagre blanco simple a su lavadora vacía y ejecute un ciclo caliente sin la presencia de cualquier ropa. La combinación de bicarbonato de sodio y vinagre es eficaz para disolver la grasa, la suciedad y otros residuos que pueden estar al acecho en su lavadora.
- Limpiador comercial para lavadoras – Examine el pasillo de la lavandería en su tienda favorita y busque un limpiador para lavadoras que pueda añadirse a su ropa. La altura adicional del agua y la acción abrasiva de una carga de ropa o toallas ayudarán al proceso de limpieza.
- Grasa de codo – El sello de goma alrededor de la puerta de la máquina es un lugar común para el moho. Utilice un paño limpio y húmedo y un detergente suave, o una mezcla de vinagre y agua para limpiar. Asegúrese de secar la junta cuando termine con un segundo paño limpio y deje la puerta abierta para favorecer la circulación.
¿Necesita ayuda adicional con su lavadora y secadora? Recurra a un técnico de Mr. Appliance para que haga el trabajo correctamente.