Última actualización: 19 de octubre de 2020
La cantidad de tiempo que la persona promedio pasa en contacto con dispositivos electrónicos es cada vez mayor.
La mayoría de los estadounidenses de clase media posee un ordenador y un teléfono inteligente, sin mencionar otros dispositivos como tabletas, microondas, televisores, etc.
No hace falta decir que estos dispositivos son tan integrales en nuestro moderno estilo de vida digitalizado que la interacción con ellos a diario es aparentemente inevitable.
Esta realidad hace que la idea de la radiación de los ordenadores sea mucho más alarmante; en particular, la radiación del propio ordenador portátil, que se utiliza tanto para el trabajo como para el ocio y a menudo entra en estrecho contacto con el cuerpo.
En dosis suficientemente significativas, la radiación de los ordenadores puede tener muchos efectos negativos en el cuerpo. Esto puede ir desde quemaduras en la piel y sarpullidos hasta problemas de fertilidad tanto en hombres como en mujeres, fragmentación del ADN (cambios irreversibles en el código genético) y otras condiciones de salud graves como tumores cancerosos.
Los peligros de la radiación de los ordenadores provienen de los efectos biológicos tanto térmicos como no térmicos de la radiación no ionizante de baja energía. Estas provienen de las funciones internas del ordenador, que emiten frecuencias extremadamente bajas (ELF) y de las conexiones WiFi o Bluetooth, que emiten radiofrecuencias (RF).
La exposición a la radiación térmica de los ordenadores supone un peligro importante si es excesiva.
Como se ha dicho anteriormente, el uso prolongado de los ordenadores portátiles es habitual, por lo que los peligros para la salud derivados de la radiación de los ordenadores son bastante reales.
Entre los mayores riesgos está el posible daño a la fertilidad si los ordenadores portátiles se colocan en el regazo de un hombre durante horas al día. La exposición prolongada a la radiación térmica de los ordenadores no sólo puede disminuir el recuento de espermatozoides y su motilidad, sino que también puede causar una grave irritación de la piel.
La exposición a grandes cantidades de radiación electromagnética también puede causar daños significativos en las células sanas y daños cromosómicos. Los peligros que plantea la radiación de los ordenadores provienen de la exposición excesiva a la radiación electromagnética y a la radiación térmica del ordenador procedente de los componentes internos del mismo.
Aunque existen estudios contradictorios sobre la gravedad de los peligros, los usuarios de tecnología nunca son demasiado precavidos.
Para protegerse de los posibles efectos secundarios negativos de la radiación de los ordenadores, existen soluciones eficaces como un escudo contra la radiación de los ordenadores que ayuda a minimizar los posibles daños a la salud.
Daniel T. DeBaun es un experto internacionalmente reconocido e influyente en la Radiación Electromagnética (CEM) y el blindaje de las emisiones electrónicas, con un enfoque particular en el efecto de la exposición de los dispositivos móviles como ordenadores portátiles, tabletas y teléfonos celulares. La preocupación de Daniel por el impacto en la salud de las emisiones de radiación electrónica surgió de sus más de 30 años de experiencia en ingeniería en la industria de las telecomunicaciones, donde ocupó diversos puestos de liderazgo y dirección en Bell Labs, AT&T, SAIC y Telcordia.
Daniel es coautor del reciente bestseller Radiation Nation: The Fallout of Modern Technology, una guía completa de seguridad y protección contra la radiación de los CEM. Daniel es también un consultor de la industria de gran prestigio, conferenciante y frecuente invitado a programas nacionales de radio y televisión en los que se discuten temas de salud relacionados con los CEM.