Definición de Ritmo
El ritmo es un recurso estilístico que muestra la rapidez con la que se desarrolla una historia. Cuando los lectores se sienten frustrados por la longitud de la historia, los escritores utilizan diferentes técnicas para controlar el ritmo de la historia. Si escribe un relato corto, no tiene que contar su historia a lo largo de muchas páginas, por lo tanto, recorta las palabras sobrantes.
Sin embargo, cuando se trata de un relato largo o una novela, el ritmo se controla a través de la mezcla, lo que significa utilizar frases cortas y verbos activos en las escenas de acción intensa, y utilizar descripciones con detalles para las escenas de ritmo más lento. Los escritores utilizan este ritmo eligiendo las palabras exactas. En palabras sencillas, el ritmo consiste en hacer avanzar una historia con una velocidad determinada.
Elementos del ritmo
Veamos algunos elementos importantes del ritmo:
- Acción – Una escena de acción dramatiza los acontecimientos significativos de la historia y muestra lo que ocurre en una historia.
- Cliffhanger – Cuando el final de un capítulo o escena se deja en suspenso, naturalmente el ritmo se acelera, porque los lectores pasarían las páginas para ver lo que ocurre a continuación.
- Diálogo – Un diálogo rápido con información menor o irrelevante es cautivador, rápido y vigoriza las escenas.
- Elección de palabras – El propio lenguaje es un medio de ritmo, como el uso de palabras concretas, la voz activa y la información sensorial.
Ejemplos de ritmo en la literatura
Ejemplo nº 1: El Código Da Vinci (de Dan Brown)
Las historias más emocionantes utilizan secuencias que avanzan a diferentes ritmos, que mantienen al público enganchado. En su novela El Código Da Vinci, Dan Brown ha logrado esta tarea yuxtaponiendo varios capítulos, con diálogos, que transmiten información sobre reliquias, y personajes con secuencias de acción de ritmo muy rápido. Aunque el libro avanza rápidamente, los capítulos se mueven con una secuencia pausada que ayuda a mantener la tensión en la historia. Todo ello contribuye a que la historia tenga un buen ritmo, sin que los lectores se sientan aburridos.
Ejemplo #2: El juego más peligroso (de Richard Connell)
En su relato corto, El juego más peligroso, Richard Connell crea emocionantes y tensas sensaciones de anticipación e incertidumbre a lo largo de la historia. El suspenso es la clave que hace que la historia sea poderosa y la mantiene con un ritmo rápido, pero la historia no se siente apresurada. Tampoco encontramos un buen punto de parada en ninguna parte. De hecho, cada acontecimiento de la trama está marcado por un gran momento de suspense. Por ejemplo, cuando Whitney comienza la narración diciendo: «Allá a la derecha -en algún lugar- hay una gran isla. Es todo un misterio». Esto da una pista a los lectores de que la isla es muy importante, y a partir de ahí la historia salta a la resolución del misterio.
Ejemplo #3: Orgullo y Prejuicio (de Jane Austen)
Hay varias subtramas en la novela de Jane Austen, Orgullo y Prejuicio, que mantienen la historia de la novela en movimiento. Estas subtramas incluyen el romance entre Bingley y Jane, el matrimonio de Collins y Charlotte, la seducción que lleva al matrimonio entre Lydia y Wickham, y un importante conflicto entre Wickham y Darcy. Jane Austen también ha utilizado las cartas como recurso literario para cambiar el ritmo de su historia a través de la comunicación emocional.
Ejemplo #4: El collar (de Guy de Maupassant)
Lo más increíble de la escritura es su control sobre el ritmo y el tiempo. Para captar la mentalidad superior de Mme. Loisel en su famoso relato El collar, sumerge vívidamente a los lectores en la realidad. Maupassant utiliza la elección de palabras y el ritmo para controlar la experiencia de los lectores. Luego hay una invitación a un baile, y una secuencia del baile del collar, donde ella pierde su collar – una secuencia de buscarlo, no encontrarlo, y finalmente comprar uno nuevo. Luego hay diez años de vida dura y de pobreza, a los que el Sr. Loisel y la Sra. deben enfrentarse. De hecho, hay mucho que cubrir en sólo cinco o seis páginas; a pesar de ello, la historia no se siente apresurada o lenta.
Función del ritmo
El ritmo no es sólo la velocidad a la que se mueve una historia, sino también una técnica, que determina el atractivo de la historia para el público. Y es que una obra de ritmo lento atrae al público de mayor edad, mientras que una obra de ritmo rápido atrae al público más joven. No sólo los escritores de ficción utilizan esta técnica, sino que los poetas también emplean la puntuación y el formato para marcar el ritmo de sus poemas. Incluso utilizan la métrica y la rima para influir en el ritmo. Además, los escritores de no ficción lo utilizan para mantener un ritmo rápido en sus obras para evitar la monotonía, y un ritmo lento para prestar más atención a los detalles.