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La confusión sigue asolando el lanzamiento del nuevo esquema de sanidad universal del gobierno federal.
El Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), una nueva dependencia gubernamental encargada de brindar servicios médicos a millones de mexicanos sin seguro, inició operaciones el 1 de enero.
Casi dos semanas después, el personal de los hospitales, los pacientes y muchos miembros del público en general siguen sin saber cómo funciona realmente el sustituto del Seguro Popular.
El diario El Economista informó que el personal de los hospitales que visitó no ha recibido información oficial y clara sobre el funcionamiento del esquema de Insabi, lo que los ha dejado desconcertados sobre cómo se supone que funcionará.
El personal del Hospital General de Xoco, en la Ciudad de México, dijo que están «completamente desorientados» porque el gobierno no les ha proporcionado información sobre el esquema ni ha enviado a funcionarios para que les expliquen.
La jefa de enfermería del centro de salud Dr. Manuel González Rivera, también ubicado en la capital, dio una respuesta similar cuando se le preguntó sobre la implementación del servicio de salud Insabi.
«No hemos sido bien informados», dijo María Concepción Escalante Cruz. «Seguimos preguntando por el Seguro Popular… Sus números de afiliación siguen siendo válidos; todavía estaban haciendo cédulas del Seguro Popular en diciembre…»
Escalante agregó que al personal no se le ha dado ninguna indicación de cuándo podrían recibir capacitación sobre el funcionamiento del nuevo servicio.
El administrador del centro González Rivera también dijo desconocer cuándo se dará la capacitación, y explicó que la única información que ha recibido es que las consultas que antes costaban 6 pesos ahora serán gratuitas.
De igual forma, el diario El Universal encontró que el personal de otros hospitales tiene poca información y conocimiento sobre cómo se supone que operará el Insabi y cómo pueden afiliarse las personas que antes estaban cubiertas por el Seguro Popular.
En el Hospital General de Balbuena, que presta servicios de atención médica primaria y secundaria en la capital, un guardia de seguridad dijo a El Universal que la afiliación al esquema de Insabi no era posible en ese momento porque la oficina donde se realiza el proceso de registro estaba cerrada.
Con muchos profesionales de la salud en la oscuridad sobre el funcionamiento del nuevo programa de salud del gobierno, no es de extrañar que las personas que buscan tratamiento médico también estén confundidas.
Además de la confusión, los pacientes y sus familiares también han expresado su enojo porque han tenido que pagar por servicios e insumos médicos que creían serían proporcionados de manera gratuita
El presidente López Obrador dijo en repetidas ocasiones el año pasado que el esquema de Insabi sería completamente gratuito, una afirmación que el líder del sindicato nacional de trabajadores de la salud calificó como un «error de información».»
Fabiola Ríos dijo a El Economista que el Hospital General de Xoco no quiso inscribir a su hijo en el plan Insabi porque la familia vive en el estado de México y no en la Ciudad de México. Dijo que le informaron que la cirugía que su hijo requería tendría un costo de entre 5,000 y 6,000 pesos (entre 265 y 320 dólares).
María de Lourdes, cuyo hijo también está internado en el Hospital de Xoco, dijo que la atención es gratuita, pero agregó que ha gastado más de 16 mil pesos (850 dólares) en insumos médicos necesarios para su tratamiento.
Pacientes y familiares de otras instituciones de salud han hecho la misma denuncia.
En el Hospital San Carlos de Tizimín, Yucatán, una diabética que requería una cirugía urgente por una fractura en el pie fue rechazada porque el personal del hospital determinó que el Insabi no cubriría sus gastos, informó el periódico Diario de Yucatán.
María Damiana Euán Kuyoc fue orientada a buscar tratamiento en una clínica privada, donde le dijeron que el costo de la cirugía era de 35 mil pesos (1,860 dólares).
La implementación poco fluida del esquema de Insabi, la aparente falta de información del gobierno sobre el mismo y las consiguientes críticas respaldan la afirmación hecha el año pasado por seis ex secretarios federales de salud de que deshacerse del Seguro Popular fue un «error crucial».»
Dos secretarios de salud de la administración del ex presidente Felipe Calderón -quien introdujo el Seguro Popular-, dos que sirvieron bajo el ex presidente Enrique Peña Nieto y uno de las administraciones de Miguel de la Madrid y Vicente Fox dijeron en una carta que eliminar el Seguro Popular era «anular uno de los avances institucionales más importantes» del sistema de salud.
El propio Calderón también cuestionó la decisión de López Obrador de eliminar el Seguro Popular y tomó represalias contra el frecuente reclamo del presidente de que el programa no era seguro ni popular.
«Desde 2008, el Seguro Popular cubría todos los medicamentos y tratamientos para niños y jóvenes de hasta 18 años todo tipo de cáncer. Antes siete de cada 10 niños con leucemia morían. Después, siete de cada 10 sobrevivieron. . . Sí era seguro y sí era popular», escribió en una de las publicaciones de 2019 en Twitter en las que defendió el programa.
Los actuales legisladores de oposición también han criticado la eliminación del Seguro Popular, mientras que los gobernadores de varios estados han señalado que no se sumarán a éste.
López Obrador dijo el lunes que no hay obligación de que los estados se sumen a Insabi aunque el titular del instituto indicó que los fondos federales para la atención médica gratuita sólo se entregarán después de que firmen convenios con el gobierno mexicano.
El esquema es «voluntario, no obligatorio», dijo el presidente a los periodistas. «. . . No podemos obligar a nadie . La gran mayoría trabajará en este plan de manera conjunta para que la atención médica y las medicinas sean gratuitas, tenemos el presupuesto y será suficiente.»
Un alto funcionario de salud acusó el martes que había una campaña en marcha para sabotear la implementación del nuevo esquema de salud. El subsecretario en la Secretaría de Salud dijo que al parecer «alguien está orquestando una campaña de desinformación», posiblemente grupos de intereses especiales que se resisten al cambio.