Most guitarists wouldn’t say no to a genuine Fender Stratocaster, although not every guitarist can afford one. Naturally the sensible compromise is a Squier Strat, of which there are many to choose from. Added to this ever-growing collection, the Standard Stratocaster proves a very popular model when it comes to electric guitars under $300. Let’s take a look and see why.
Body & Neck
Whether this is your first or twenty-first Strat, you won’t be disappointed with the design of the Standard. Modelada a partir de la Fender American Series Strat, ofrece todo lo que una buena Strat debería, como el gran clavijero estilo años 60 y el icónico diseño de cuerpo de doble cutaway. Este cuerpo está hecho de agathis/madera de bajo maciza y viene acabado en unas cuantas opciones de colores geniales – el Candy Apple Red y el Antique Burst destacan.
El mástil también es el de una Strat estándar, con una construcción de arce atornillada, una moderna forma de C y un acabado satinado. Este alberga un diapasón de arce y 22 trastes medium jumbo, mientras que la parte trasera cuenta con la genial «raya de la mofeta», que es un detalle menor que falta en las Strats Affinity de menor precio.
En definitiva, la Standard Strat no ganará ningún premio por su originalidad, pero sigue el diseño probado para ofrecer una experiencia ligera y rápida de tocar, que además tiene un aspecto bastante atractivo.
Hardware
La Standard hace honor a su nombre en el departamento de hardware, proporcionando los componentes estándar que esperarías de una Strat económica decente. Hay tres pastillas, todas ellas de alnico Standard, situadas en las posiciones tradicionales del mástil, el medio y el puente. Están controladas por un volumen maestro y un control de tono para la pastilla del mástil y la del medio. Sin complicaciones.
El puente tampoco te sorprenderá: un sencillo sistema de seis brazos de acero inoxidable con una barra para el whammy. Los afinadores sellados mantienen bien la afinación, aunque no querrás hacer divebombing con esta guitarra.
Sonido
La Standard cumple con todos los requisitos en el departamento de tono. Claro que le falta en comparación con un modelo Fender de gama alta, pero todos los elementos correctos están ahí. Los tonos limpios son claros y brillantes, como una buena Strat debe ser, mientras que se calienta muy bien cuando se añade overdrive. Funciona bien para tocar rítmicamente, pero es más cómoda en las manos de un guitarrista principal, ya sea que esté tocando blues, country o licks de rock ‘n roll (no es lo suficientemente caliente para el rock moderno y el metal, como se puede esperar).
El veredicto
En definitiva, la Standard Stratocaster es una excelente compra para los principiantes y los jugadores intermedios, mientras que los guitarristas avanzados no pueden ir muy mal si buscan una Strat sólida para actualizar. Se toca muy suavemente y, con algunos ajustes de diseño adicionales, se siente como un paso adelante de las Strats Affinity ligeramente más baratas de Squier.
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