Tomografía computarizada de alta resolución

La TCAR se utiliza para el diagnóstico y la evaluación de enfermedades pulmonares intersticiales, como la fibrosis pulmonar, y otras enfermedades pulmonares generalizadas, como el enfisema y las bronquiectasias.

AplicacionesEditar

Las enfermedades de las vías respiratorias, como el enfisema o la bronquiolitis obliterante, provocan el atrapamiento de aire en la espiración, aunque pueden causar sólo cambios menores en la estructura pulmonar en sus fases iniciales. Para mejorar la sensibilidad de estas afecciones, la exploración puede realizarse tanto en inspiración como en espiración.

La TCAR puede ser diagnóstica de afecciones como el enfisema o las bronquiectasias. Aunque la TCAR puede identificar la fibrosis pulmonar, no siempre puede clasificar la fibrosis en un tipo patológico específico (por ejemplo, neumonitis intersticial no específica o neumonitis intersticial descamativa). La principal excepción es la UIP, que tiene rasgos muy característicos, y puede diagnosticarse con seguridad sólo con la HRCT.

Cuando la HRCT no puede llegar a un diagnóstico definitivo, ayuda a localizar una anomalía, y así ayuda a planificar una biopsia, que puede proporcionar el diagnóstico final.

Otras afecciones diversas en las que la TCAR es útil son la linfangitis carcinomatosa, las infecciones fúngicas u otras atípicas, la enfermedad vascular pulmonar crónica, la linfangioleiomiomatosis y la sarcoidosis.

Los pacientes con trasplante de órganos, especialmente los receptores de trasplantes de pulmón o corazón-pulmón, tienen un riesgo relativamente alto de desarrollar complicaciones pulmonares por el tratamiento farmacológico e inmunosupresor a largo plazo. La principal complicación pulmonar es la bronquiolitis obliterante, que puede ser un signo de rechazo del injerto pulmonar.

La TCAR tiene mejor sensibilidad para la bronquiolitis obliterante que la radiografía convencional. Algunos centros de trasplante pueden organizar una TCAR anual para detectarla.

La imagen diagnóstica, incluida la TCAR, es una de las principales herramientas de diagnóstico de COVID-19. Existe cierto debate sobre la utilidad de la TC en comparación con otros métodos y modalidades de imagen para el diagnóstico. En la TCAR, los individuos infectados suelen mostrar una afectación multifocal o unifocal de la opacidad en vidrio deslustrado (GGO).

Nodularidad

La presencia de nódulos pulmonares en la TC de alta resolución es una piedra angular para entender el diferencial adecuado. Normalmente, la distribución de los nódulos se divide en categorías perilinfáticas, centrilobulares y aleatorias. Además, los nódulos pueden estar mal definidos, lo que implica que están en los alvéolos, o bien definidos, lo que sugiere una posición intersticial. La distribución y el aspecto permiten comprender el proceso de la enfermedad en relación con el lóbulo secundario del pulmón, la unidad anatómica más pequeña con tejido conectivo circundante, que suele tener 1-2 cm de diámetro.

La nodularidad linfática se deposita en la periferia del lóbulo secundario y tiende a respetar las superficies y fisuras pleurales. La sarcoidosis, la diseminación linfangítica del carcinoma, la silicosis, la neumoconiosis del trabajador del carbón y otros diagnósticos más raros como la neumonitis intersticial linfoide y la amiloidosis se incluyen en el diferencial. La nodularidad centrilobular se deposita en el centro del lóbulo secundario, pero evita las superficies pleurales. El diferencial incluye la tuberculosis endobronquial, la bronconeumonía, la diseminación endobronquial de un tumor y, de nuevo, la silicosis o la neumoconiosis de los trabajadores del carbón. Para los nódulos distribuidos al azar, el diferencial incluye la tuberculosis miliar, la neumonía fúngica, la metástasis hematógena y la sarcoidosis difusa.

Posición prona frente a posición supinaEditar

Debido a que las bases de los pulmones se encuentran en la parte posterior del tórax, puede producirse un grado leve de colapso bajo el propio peso de los pulmones cuando el paciente está tumbado de espaldas. Dado que la propia base de los pulmones puede ser la primera región afectada en varias enfermedades pulmonares, sobre todo la asbestosis o la neumonía intersticial habitual (UIP), se puede pedir al paciente que se acueste en decúbito prono para mejorar la sensibilidad a los cambios tempranos de estas afecciones.

Las bases de los pulmones suelen tener un aspecto incoherente en los pacientes debido a la posibilidad de que la atelectasia cause vidrio deslustrado posicional u opacidades consolidativas. Cuando el paciente se coloca en decúbito prono o boca abajo, las bases pulmonares pueden expandirse más y ayudar a distinguir la atelectasia de la fibrosis temprana. En pacientes con radiografías de tórax normales, la exploración en decúbito prono ha resultado útil en el 17% de los casos, sobre todo para excluir anomalías pulmonares posteriores. En pacientes con hallazgos anormales en las radiografías de tórax, las exploraciones en posición prona sólo son útiles en el 4% de los casos. Las exploraciones pueden ser más útiles en pacientes con procesos patológicos de predominio basilar, como la asbestosis y la fibrosis pulmonar idiopática.

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