Las grietas son fisuras o fracturas que se abren en la superficie de un glaciar en movimiento en respuesta a las variaciones de tensión causadas por el flujo del glaciar. La forma de las grietas varía de lineal a arqueada y su longitud de metros a kilómetros. Su orientación puede ser en cualquier dirección con respecto al flujo del glaciar. Las grietas más profundas pueden superar los 30 m. En teoría, el peso del hielo limita la profundidad de las grietas a unos 30 m. Por debajo de esta cifra, suele haber suficiente fuerza de compresión en el hielo para evitar que se abran grietas. Sin embargo, si el agua entra en una grieta creciente, actúa como una cuña para tallar una fractura más profunda, a veces de cientos de m a través de todo el glaciar. Los principales tipos de grietas son longitudinales, transversales y marginales. Las grietas suelen estar ocultas bajo la nieve, pero muchas se vuelven prominentes a finales del verano. En la zona de ablación, las grietas suelen ser muy visibles, y algunas se transforman en moulins que se extienden hasta el lecho del glaciar.
Las grietas se forman debido a la tensión en las frágiles capas superiores. Foto: Þorvarður Árnason, 2016.
Superficie muy agrietada de un glaciar de salida. Las capas de ceniza influyen en el deshielo de las capas superficiales. Foto: Snævarr Guðmundsson, 2014.
Fisuras llenas de nieve en la caldera del casquete polar de Öræfajökull. Foto: Snævarr Guðmundsson, 2012.
Hace unos años, la Asociación Islandesa de Búsqueda y Rescate publicó mapas de grietas para todos los grandes glaciares islandeses utilizando los modelos de elevación digital LiDAR e imágenes aéreas. El objetivo es aumentar la seguridad de los viajeros. Se han definido tres niveles de riesgo: 1pocas grietas, 2grandes grietas y 3peligrosas. También se han establecido puntos de paso para los conductores experimentados. Los mapas y puntos pueden descargarse del sitio web de safetravel, https://safetravel.is/crevasse-maps.
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