¡Absalón, Absalón!

En 1833, un hombre salvaje e imponente llamado Thomas Sutpen llega a Jefferson, Mississippi, con un grupo de esclavos y un arquitecto francés a cuestas. Compra cien millas cuadradas de tierra a una tribu india, levanta una casa solariega, planta algodón y se casa con la hija de un comerciante local, y en pocos años se afianza entre la aristocracia local. Sutpen tiene un hijo y una hija, Henry y Judith, que crecen en una vida de incultura en la campiña del norte de Mississippi. Henry va a la Universidad de Mississippi en 1859 y conoce a un sofisticado compañero de estudios llamado Charles Bon, del que se hace amigo y al que lleva a casa por Navidad. Charles conoce a Judith y, con el tiempo, se supone que hay un compromiso entre ellos. Pero Sutpen se da cuenta de que Bon es en realidad su propio hijo -el hermanastro de Henry y Judith- de un matrimonio anterior que abandonó cuando descubrió que su mujer tenía sangre negra. Le dice a Henry que el compromiso no puede ser, y que Bon es el propio hermano de Henry; Henry reacciona con indignación, negándose a creer que Bon lo supiera todo el tiempo y se comprometiera voluntariamente con su propia hermana. Henry repudia su derecho de nacimiento, y él y Bon huyen a Nueva Orleans. Cuando estalla la guerra, se alistan y pasan cuatro duros años luchando por la Confederación mientras el Sur se desmorona a su alrededor. Al final de la guerra, Sutpen (un coronel) encuentra a su hijo y le revela que Bon no sólo es su hermanastro y el de Judith, sino que también es, en parte, un hombre negro.

Ese conocimiento hace que Henry se rebele contra Bon de una manera que ni siquiera la idea del incesto lo hizo, y el día que Bon llega para casarse con Judith, Henry lo asesina frente a las puertas de la plantación de Sutpen. Sutpen regresa a una casa rota, y se convierte en un hombre roto -aunque todavía contundente-; se desliza lentamente hacia el alcoholismo, comienza un romance con una chica blanca de quince años llamada Milly, y continúa en esa línea hasta que, tras el nacimiento de su hija y la de Milly, es asesinado por el abuelo de Milly, Wash Jones, en 1869.

Décadas más tarde, en 1909, Quentin Compson es un veinteañero, nieto del primer amigo de Sutpen en el país (el general Compson), que se dispone a dejar Jefferson para asistir a Harvard. Es convocado por la señorita Rosa Coldfield, la hermana de la esposa de Sutpen, Ellen (y brevemente prometida de Sutpen), para escuchar la historia de cómo Sutpen destruyó su familia y la suya propia. A lo largo de las semanas y meses siguientes, Quentin se sumerge cada vez más en la historia de Sutpen, discutiéndola con su padre, reflexionando sobre ella y, más tarde, contándosela en detalle a su compañero de habitación de Harvard, Shreve. La historia se graba en su cerebro la noche que va con la señorita Rosa a la plantación Sutpen, donde encuentran a Henry Sutpen -ahora un anciano- esperando a morir. Meses más tarde, Rosa intenta volver a por Henry con una ambulancia, pero Clytie, la hija de Thomas Sutpen con una esclava y ahora una anciana marchita ella misma, prende fuego a la casa solariega, matándose a sí misma y a Henry, y llevando la dinastía Sutpen a un final ardiente.

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