Mito: Los chicos son luchadores y suelen meterse en peleas con otros gatos. Las chicas evitarán la confrontación siempre que puedan.
Realidad: Los gatos machos no castrados son mucho más territoriales y defenderán su parcela si otro gato se pasea por ella. Esto puede acabar con ellos heridos en peleas y podrían contraer una infección que les cambie la vida, como el VIF (una enfermedad en los gatos similar al VIH en los humanos).
Sin embargo, hay muchas otras cosas que también pueden hacer que su gato sea agresivo y que no tienen que ver con su género.
Cualquier gato puede ponerse agresivo si se encuentra con un extraño en su territorio, o está asustado o confundido. Las gatas se defienden tanto como los machos y los machos castrados aún pueden meterse en alguna que otra pelea. Realmente depende de la cantidad de gatos que haya en su zona, así como de la personalidad y el estado de ánimo de su gato.
También podría depender de la salud de su gato – son más propensos a arremeter si están asustados o con dolor.
La decisión del juez
Ahora que los hechos están en, ¿cuál es el veredicto?
Probablemente hay un poco de verdad en cada uno de estos mitos, pero es un poco más complicado que sólo una diferencia de género. La personalidad y la raza de su gato también juegan un papel importante en su comportamiento.
Sin embargo, la mayor diferencia es realmente entre gatos castrados y no castrados, no entre niños y niñas. Además de tener muchos beneficios para la salud, la esterilización puede ayudar a que su gato sea más tranquilo y feliz. Puede ayudar a atajar algunos malos comportamientos que podrían estar relacionados con las hormonas de su gato, como las pulverizaciones, las peleas y el alejamiento de casa. Descubre más sobre por qué recomendamos castrar a tu gato.
Al final, todos los gatos son diferentes pero creemos que son igualmente purrrrfectos!