El soplado de vidrio es una técnica de formación de vidrio que los seres humanos han utilizado para dar forma al vidrio desde el siglo I a.C. La técnica consiste en inflar el vidrio fundido con un soplete para formar una especie de burbuja de vidrio, que puede ser moldeada en cristalería con fines prácticos o artísticos.
Gracias al proceso de soplado de vidrio, el vidrio ha sido uno de los materiales más útiles en la sociedad humana durante siglos. Hemos expuesto el proceso exacto, paso a paso, para que entiendas mejor cómo se aprovecha exactamente este maravilloso material.
Antes de iniciar el proceso de soplado de vidrio, éste se introduce en un horno que lo calienta a una temperatura de 2000 grados, haciéndolo maleable. A continuación, se recoge el vidrio introduciendo un extremo del soplete en el horno y haciéndolo rodar sobre el vidrio fundido hasta que se adhiera una «gota» de vidrio.
Rodar el vidrio en la marver
El siguiente paso consiste en hacer rodar el vidrio fundido sobre una placa metálica plana llamada marver. La marver actúa como medio para controlar la forma y la temperatura del vidrio.
El vidrio se lleva de un lado a otro de la marver al glory hole, una cámara caliente utilizada para recalentar el vidrio con el fin de hacerlo maleable de nuevo.
Escuela DMG aprende a soplar el vidrio
Añadir color (luego volver a enrollar en la maravilla)
Para dar color y diseño al vidrio, se sumerge en vidrio coloreado triturado, que se fusiona con la pieza principal de vidrio casi inmediatamente debido a la temperatura caliente.
Una vez que la pieza principal de vidrio se ha fundido con el vidrio coloreado triturado, se lleva de nuevo a la maravilla donde se vuelve a enrollar.
Soplar el vidrio
Para dar al vidrio su forma y tamaño final, se sopla con un soplete, creando una especie de burbuja de vidrio. Para llevar a cabo este proceso, el soplete que sostiene el vidrio debe colocarse en un soporte de acero. A continuación, el artista del vidrio tiene que soplar en el soplete mientras lo hace girar al mismo tiempo.
A lo largo de este proceso, es necesario llevar continuamente el vidrio al hueco de la gloria para recalentarlo, ya que al soplarlo se enfría muy rápidamente.
Retirar el vidrio
El último paso es retirar el vidrio del tubo de vidrio. Para ello, se utilizan unas pinzas de acero llamadas gatos que separan la parte inferior del vidrio soplado mientras se gira el soplete. Gracias a la separación con los gatos, el vidrio puede retirarse del tubo de soplado con un sólido golpe.
Enfriamiento del vidrio
El último paso es llevar el vidrio soplado a un horno de recocido utilizando guantes resistentes al calor. Esto permite que el vidrio se enfríe lentamente durante varias horas, ya que es muy sensible a romperse cuando se expone a cambios rápidos de temperatura.
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