Los hechos
El alcohol puede escocer cuando se vierte sobre cortes y rasguños, pero sus efectos refrescantes sobre la piel intacta han llevado a muchos padres a emplearlo como un rápido remedio casero contra la fiebre en los niños pequeños.
Según un estudio reciente publicado en la revista Pediatrics, este tratamiento popular parece ser especialmente común entre los padres de comunidades de bajos ingresos y minorías, donde se transmite de generación en generación y, en algunos casos, es recomendado por los médicos. Cuando el alcohol isopropílico se evapora de la piel, alivia como una brisa fresca y puede reducir la temperatura corporal. Muchos padres calman a sus hijos con fiebre frotándolo sobre la piel o añadiendo un poco a un baño de esponja.