A lo largo de cada etapa de un viaje médico, el aliento puede llegar muy lejos. Con los altibajos que experimentamos, cada día conlleva sus propias luchas y desafíos. Estamos rezando contigo – para que seas levantado de la manera que necesitas hoy.
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Una oración de aliento
Señor Jesús, hay días en los que la realidad de nuestro mundo roto -las heridas, las decepciones y la enfermedad- puede hacer que parezca que estamos solos. Especialmente en las temporadas en las que parece que estamos caminando por un valle oscuro, necesitamos tu luz.
Gracias, Jesús, por caminar por esta tierra y por experimentar el quebrantamiento de nuestro mundo para que puedas encontrarnos en compasión y empatía en los momentos en los que nos sentimos abatidos. Sabemos que en los momentos en que no sabemos qué rezar, Tu Espíritu intercede por nosotros. Cuando somos débiles, Tú te conviertes en nuestra fuerza. Te pedimos que fortalezcas a cada persona de la comunidad helloHOPE que se sienta débil, sola, desanimada o deprimida.
Hoy, te pedimos que tu luz de aliento amanezca en nosotros. Al reflexionar sobre quién eres, te alabamos por ser el mismo ayer, hoy y siempre, sin importar lo que la vida nos depare. Deja que la verdad de tu carácter nos inunde y nos levante el ánimo.
Tú eres el Dios de todo consuelo cuando nos duele.
Tú eres el Príncipe de la Paz cuando nos sentimos ansiosos.
Tú eres el Señor de los Ejércitos cuando nos sentimos solos.
Tú eres el Buen Pastor cuando nos sentimos perdidos.
Tú eres nuestra torre fuerte cuando nos sentimos golpeados por la tormenta.
Tú eres nuestra alegría cuando nos sentimos desanimados.
Señor Jesús, te pedimos que muestres tu fidelidad a esta comunidad y que levantes nuestro rostro. Incluso ahora, recuérdanos tu presencia y el hecho de que te regocijas sobre nosotros con cantos y bailas sobre nosotros con alegría. Te pedimos que tu amor perfecto apacigüe nuestros corazones y que tu valor brote en nosotros.
Has prometido que nunca nos dejarás ni abandonarás. Dices que nada es demasiado difícil para Ti, y sabemos que tu Espíritu está vivo y actúa en nosotros. Así que nos apoyamos en Tus promesas y nos apoyamos en Tu fuerte nombre. ¡Te amamos, Jesús! ¡Amén!
– Isaías 40:31; Proverbios 18:10; 2 Corintios 1:3-4; Juan 14:27; Salmo 118:14-16; Sofonías 3:17 –