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El estudio, publicado en el número de octubre de la revista The Journal of Nutrition, descubrió que los flavonoides del cacao pueden unirse e inhibir una proteína del intestino llamada CFTR, que regula la secreción de líquidos en el intestino delgado. La investigación se realizó en colaboración con científicos de la Universidad Heinrich Heine de Alemania. «Nuestro estudio presenta la primera evidencia de que los cocoaflavonoides pueden prevenir la pérdida de líquidos en el intestino», afirmó el doctor Horst Fischer, científico asociado del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Oakland y coautor del estudio. Los niños menores de cinco años y los ancianos son los más propensos a desarrollar graves problemas de salud si su condición conduce a la deshidratación. «Los pacientes con diarrea pueden perder cantidades peligrosas de líquidos», afirma la doctora Beate Illek, científica asociada del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Oakland y coautora del estudio. En casos graves, los niños o los ancianos con diarrea pueden morir de deshidratación en pocos días.

La historia muestra que el uso del cacao para tratar la diarrea se remonta al siglo XVI por las antiguas culturas sudamericanas y europeas. Hasta ahora, nadie sabía exactamente por qué el grano de cacao parecía ser un remedio. «Nuestra investigación demuestra con éxito que este antiguo mito está realmente basado en principios científicos», dijo el Dr. Illek. Durante más de un año, los científicos probaron el extracto de cacao y los flavonoides en cultivos celulares que imitan el revestimiento del intestino. Todos los cultivos mostraron niveles de líquido más bajos. En consecuencia, las pruebas confirmaron que los flavonoides del cacao son un posible remedio para la diarrea.

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Sobre el Hospital Infantil & Centro de Investigación de Oakland
El Hospital Infantil & Centro de Investigación de Oakland es un centro de traumatismos pediátricos de nivel I y el mayor centro de cuidados críticos pediátricos de la región. El hospital cuenta con 170 camas autorizadas y 166 médicos en 30 especialidades, dos mil empleados y un presupuesto operativo de 200 millones de dólares. Con más de 300 investigadores básicos y clínicos y un presupuesto anual de más de 43 millones de dólares, el instituto de investigación ha realizado importantes avances en áreas como la obesidad pediátrica, el cáncer, la anemia de células falciformes, el SIDA/VIH, la hemofilia y la fibrosis quística.

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