El famoso empresario de espectáculos, P.T. Barnum, fue el hombre más directamente responsable del nacimiento, y el ascenso a la fama, de la legendaria sirena de Fiji.
El engaño se hizo realidad cuando, en 1842, Barnum manipuló el New York Herald y otros dos periódicos para que publicaran artículos exclusivos sobre estas escurridizas sirenas. El resto es historia.
Barnum consiguió que su sirena de Fiyi fuera un éxito, dejando perplejos a naturalistas y curiosos por igual. Durante décadas, la gente creyó que la espeluznante criatura parecida a un pez era, de hecho, real.
Poco después de la exhibición original de Barnum, los espectáculos secundarios de todo el mundo comenzaron a «encontrar» sirenas similares. La investigación ha sugerido que el original fue hecho ya en 1822 por marineros japoneses. Esa rareza de casi 200 años de antigüedad se perdió supuestamente en un incendio, pero algunos lugares aún afirman tener la «verdadera» sirena original.
Barnum no era ajeno a la falsificación de exhibiciones para su Museo Americano, una de las primeras atracciones que contaba con rarezas de todo el mundo. El showman llegó a afirmar que una esclava que compró había sido la niñera de George Washington e incluso mandó crear su propio gigante falso.
Casi 100 años después, Robert Ripley exhibió la sirena como un engaño desacreditado en su Odditorium de Nueva York. La sirena de Fiyi, obra de P.T. Barnum, no era más que el torso de un mono cosido a la mitad trasera de un gran pez.
Hoy en día se pueden encontrar sirenas de Fiyi en los Odditorios de Ripley de todo el mundo. Mientras que algunas son piezas originales de espectáculos itinerantes, otras son rehechas por artistas modernos.
El ejemplar que se muestra aquí es una réplica moderna hecha por Juan Cabana de Tampa, Florida. Algunas de las sirenas de Cabana tienen manos con patas de pollo, mientras que otras tienen manos con patas de cocodrilo. Sin embargo, todas tienen una estructura inferior de espuma de poliestireno tallada, con piel de pez real estirada sobre el marco antes de ser secada y pintada.